Bitcoin y Ethereum, como las dos principales fuerzas en el ámbito de los Activos Cripto, han tenido históricamente diferentes enfoques en sus atributos monetarios. Bitcoin suele ser considerado como una moneda fundamental, siendo asignado como "oro digital", "ancla del mundo encriptado", entre otros. Por otro lado, Ethereum se enfoca más en ser una moneda de aplicación, y los expertos a menudo prestan más atención a su uso monetario en niveles más altos, como el stake excesivo de ETH para crear "monedas derivadas".
Sin embargo, el reciente auge de las finanzas descentralizadas ( DeFi ) parece haber roto esta delicada división del trabajo, e incluso ha hecho que Ethereum tenga una tendencia a dominar el papel monetario: el Bitcoin en formato ERC-20 (, es decir, "anclado a BTC" ) ha mostrado un crecimiento explosivo en los últimos meses, especialmente en julio, donde la emisión de anclado a BTC aumentó aproximadamente un 70%. Los datos muestran que, hasta el 5 de agosto, el total de anclado a BTC en el ecosistema de Ethereum ha alcanzado 20,472 monedas, acercándose al 1% del total de Bitcoin.