La ola de mercado alcista de 2021 marcó a las criptomonedas como una herramienta de especulación. Sin embargo, tras dos o tres años de lavado de mercado, la situación está cambiando. La industria está dejando atrás la expansión salvaje y pasando de ser impulsada únicamente por la especulación a ser impulsada por la utilidad, y este cambio es cada vez más evidente.

La tecnología de criptomonedas ya está arraigada y floreciendo en diferentes campos. Las transferencias con stablecoins se completan en 1 segundo, con un costo inferior a 1 centavo de dólar — ¿qué significa esto? Las nuevas startups están construyendo canales entre stablecoins y sistemas de pago tradicionales, permitiendo que las remesas transfronterizas lleguen en tiempo real y que comerciantes sin cuentas bancarias puedan recibir pagos globales. Estos escenarios, que antes parecían fantasía, ahora son una realidad.

El sector DeFi también está viendo la aparición de herramientas realmente útiles. Los protocolos de liquidez automática pueden asignar activos de manera inteligente a los mercados con mayor rendimiento, permitiendo a los inversores comunes acceder a servicios de gestión de activos personalizados sin necesidad de un equipo profesional. ¿Y los mercados predictivos? Ya son considerados por las instituciones analíticas como "lo más cercano a una bola de cristal", con un valor informativo muy alto.

La implementación de estos escenarios prácticos está redefiniendo el núcleo del valor de los activos criptográficos. Bitcoin ya no es solo un activo de especulación, sino que está evolucionando gradualmente hacia el papel de oro digital; Ethereum también ha superado las limitaciones de ser solo una plataforma de emisión de tokens, convirtiéndose en un candidato para la infraestructura financiera del futuro.

Un dato bastante interesante: una encuesta de dirigida a gestores de fondos en Estados Unidos muestra que aún un 67% de ellos no tienen Bitcoin en sus carteras. ¿Qué significa esto? La adopción de activos criptográficos aún tiene mucho potencial de crecimiento. Cuando la tecnología se implemente en la práctica y surjan necesidades reales, la tasa de adopción se convertirá en el motor principal del aumento de precios.