Los mercados de metales preciosos no han dejado de moverse últimamente, los precios han subido de 71 a 79 de un golpe, y todo tipo de opiniones llenan el aire — teorías de ciclos, frases como "romper el cascarón" o "dar el golpe de gracia" y otras similares. Lo más absurdo es que incluso los que venden casas empiezan a hablar de secretos del mercado.

Lo interesante está aquí: cuando todo tipo de personas empiezan a dominar diferentes marcos de análisis y a discutir apasionadamente la lógica subyacente del mercado, suele ser el momento en que las emociones están en su punto máximo. Este fenómeno también se aplica al mundo de las criptomonedas — ¿qué significa cuando esas personas que normalmente no prestan atención de repente empiezan a discutir sobre que el Bitcoin alcanza un nuevo máximo? Podría ser una señal de que estamos en la cima.

El mercado siempre funciona así: cuanto más personas pueden explicar el porqué, más hay que tener cuidado.