En 2025, el mercado de metales preciosos protagonizó una revolución que nadie esperaba: la plata, conocida como "el oro de los pobres", protagonizó una locura de mercado.

El precio internacional de la plata ya ha superado los 79 dólares por onza, con un aumento anual cercano al 150%, dejando atrás el incremento del 71% del oro; los contratos de futuros de plata en Shanghai también no se quedaron atrás, alcanzando los 19204 yuanes por kilogramo, estableciendo un nuevo récord histórico. La subida más rápida en un solo día superó directamente el 8%, con un aumento acumulado en el año de más del 130%. Esto ya no es una simple subida, es una tendencia de nivel épico.

¿Pero por qué está tan loca? La respuesta simple es que el desequilibrio entre oferta y demanda ha llegado a un nivel estructural. Solo una industria fotovoltaica consume el 55% de la plata industrial, además de la explosiva demanda en campos emergentes como servidores AI y vehículos eléctricos, la curva de demanda de plata casi se eleva verticalmente. ¿Y qué pasa con la oferta? La producción minera de plata solo crece un 2%-3% al año, y el mercado global lleva cinco años consecutivos en escasez. La velocidad de consumo de inventarios es aún mayor: las existencias entregables en la Asociación de Mercados de Oro y Plata de Londres han caído a su nivel más bajo en diez años, y los inventarios en los futuros nacionales también se acercan a los niveles de alerta, lo que ha desencadenado directamente una tendencia de apalancamiento en las posiciones cortas.

El panorama macroeconómico también impulsa esta tendencia. La expectativa de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, la demanda de refugio en la geopolítica, y las compras de oro por parte de los bancos centrales, se combinan para ofrecer un fuerte soporte al precio de la plata. Lo más interesante es que la plata posee tanto atributos financieros como industriales, su elasticidad de precio es mucho mayor que la del oro, y el capital naturalmente se ha volcado hacia ella.

Las ondas de la subida del precio de la plata ya se han extendido a toda la cadena industrial. Las ganancias netas de las empresas mineras de plata en la parte superior de la cadena han aumentado significativamente, ganando en abundancia; los precios de las joyas de plata en la parte inferior se han duplicado, y los precios de hace un año ya parecen una broma; la industria fotovoltaica está en dificultades, con una enorme presión de costos, la pasta de plata ya se ha convertido en el material más caro en los módulos, y las empresas deben o subir los precios o avanzar en tecnologías de menor uso de plata, lo que presenta muchas dificultades. Bajo esta ola, también se están gestando riesgos, y si el mercado podrá mantenerse, todavía hay dudas.