¿Quieres entender por qué la blockchain es tan difícil de manipular? En realidad, son dos elementos clave: la función hash y la estructura en cadena.

Vamos a desglosarlo. Cada bloque es como una caja que contiene registros de transacciones, y en la caja hay una etiqueta única, que es el valor hash. Si intentas modificar cualquier dato dentro de la caja sin que se note, el valor hash cambiará drásticamente. Lo importante es que la validación del hash del siguiente bloque depende del valor del bloque anterior; si cambias el anterior, toda la cadena de bloques posterior se invalidará.

Aún más, toda la red no está controlada por una sola empresa, sino que es mantenida por miles de nodos. ¿Quieres manipular los datos? Lo siento, tendrías que hackear más de la mitad de los nodos de toda la red al mismo tiempo, lo cual cuesta una cantidad astronómica. Por eso, las criptomonedas principales como BTC y ETH han podido operar de manera estable durante tantos años, y su seguridad sigue siendo confiable.

En definitiva, es una doble protección: diseño técnico + costo económico, y ambos son indispensables.