El cambio en el mercado de criptomonedas es evidente: el dinero empieza a ser inteligente. Las recientes declaraciones del CEO de Galaxy Digital, Mike Novogratz, han llamado la atención, ya que señaló que los inversores están cambiando de postura, ya no solo siguiendo la tendencia de especulación, sino comenzando a hacerse una pregunta muy sencilla: ¿para qué sirve esto?

Esto puede no ser una buena noticia para cadenas públicas tradicionales como XRP y Cardano. Estos proyectos solían atraer a una gran cantidad de seguidores gracias a su comunidad sólida y compromisos tecnológicos, pero ahora la pregunta está sobre la mesa: además de su hoja de ruta técnica, ¿qué aplicaciones comerciales reales pueden ofrecer? ¿Qué están haciendo los usuarios? ¿Hacia dónde fluye el dinero?

Si no se encuentran respuestas claras, los fondos y la atención se están desplazando silenciosamente hacia aquellos proyectos que puedan contar una historia auténtica. La llamada historia auténtica es: alguien está usando realmente esa cadena pública, generando interacciones y beneficios tangibles.

¿Y qué significa esto? La lógica de valoración basada en historias e imaginación, que sostenía el mercado, está empezando a aflojar. En la próxima etapa, no ganarán los proyectos que cuenten la historia más atractiva, sino aquellos que realmente tengan flujo de caja, usuarios activos y productos utilizables. En otras palabras, ya es hora de cambiar la fe por datos para tomar decisiones de inversión.