Las personas que logran grandes cosas nunca ayudan a los demás a la ligera; la mayoría tienen la costumbre de no salvar a los que están a punto de morir. Esto no es frialdad, sino respeto por la naturaleza humana. Ayudar de forma imprudente puede crear oponentes, y un favor mal dado puede generar resentimiento. La respuesta instintiva de los débiles no es la gratitud, sino la envidia y las quejas. Cuando los llevas a un nivel que no les pertenece, su ignorancia finalmente te destruirá y te convertirá en enemigo.
Por eso, no lleves amigos en el camino, sino busca amigos en el camino. No perturbar fácilmente la suerte de los demás es una práctica para evitar el desgaste propio. Cuanto más alto es el nivel de una persona, más fría se vuelve, porque solo respetan las leyes, no se quedan atrapados en las emociones. Un maestro no sigue su propio camino, un médico no toca la puerta. La verdadera sabiduría nunca es una dádiva barata; no se puede enseñar a las personas, solo se puede enseñar con hechos, una vez basta.
Si miras el mundo con compasión, todos sufren. Si miras las cosas desde la causa y el efecto, nadie merece lástima. La suerte viene por causa, el destino por la ley del karma. Responde bien a tus propios asuntos, no intervengas en las respuestas de los demás. Mantener los límites es la mejor forma de ayudar, y no meterse en asuntos ajenos es la mayor bondad.
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Las personas que logran grandes cosas nunca ayudan a los demás a la ligera; la mayoría tienen la costumbre de no salvar a los que están a punto de morir. Esto no es frialdad, sino respeto por la naturaleza humana. Ayudar de forma imprudente puede crear oponentes, y un favor mal dado puede generar resentimiento. La respuesta instintiva de los débiles no es la gratitud, sino la envidia y las quejas. Cuando los llevas a un nivel que no les pertenece, su ignorancia finalmente te destruirá y te convertirá en enemigo.
Por eso, no lleves amigos en el camino, sino busca amigos en el camino. No perturbar fácilmente la suerte de los demás es una práctica para evitar el desgaste propio. Cuanto más alto es el nivel de una persona, más fría se vuelve, porque solo respetan las leyes, no se quedan atrapados en las emociones. Un maestro no sigue su propio camino, un médico no toca la puerta. La verdadera sabiduría nunca es una dádiva barata; no se puede enseñar a las personas, solo se puede enseñar con hechos, una vez basta.
Si miras el mundo con compasión, todos sufren. Si miras las cosas desde la causa y el efecto, nadie merece lástima. La suerte viene por causa, el destino por la ley del karma. Responde bien a tus propios asuntos, no intervengas en las respuestas de los demás. Mantener los límites es la mejor forma de ayudar, y no meterse en asuntos ajenos es la mayor bondad.