“Y entró en el templo en el Espíritu…” (Lucas 2:27a)
Este momento no fue accidental ni rutinario. Simeón se movió cuando el Espíritu lo guió.
“Mis ovejas oyen mi voz, y las conozco, y me siguen.” — Juan 10:27
Tenía que tener una relación con el Señor para conocer y escuchar Su voz.
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Parte 4 Continuación.. ¿quién era Simeón? (4/7)
“Y entró en el templo en el Espíritu…” (Lucas 2:27a)
Este momento no fue accidental ni rutinario. Simeón se movió cuando el Espíritu lo guió.
“Mis ovejas oyen mi voz, y las conozco, y me siguen.” — Juan 10:27
Tenía que tener una relación con el Señor para conocer y escuchar Su voz.