El mito de que la tecnología simplemente sucede por sí sola? Totalmente falso. Los avances en blockchain, IA y cualquier tecnología de frontera no surgen de la nada—son el resultado de un esfuerzo implacable de miles de desarrolladores, investigadores e ingenieros que trabajan sin descanso. ¿Quieres mejores protocolos? Alguien tiene que construirlos. ¿Mecanismos de consenso más rápidos? Los equipos necesitan iterar, fallar y volver a iterar. La innovación que vemos en las criptomonedas hoy no es magia; es el producto de innumerables noches en vela y un compromiso inquebrantable. La brecha entre lo que es posible y lo que realmente existe se mide en puro esfuerzo humano y determinación.
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LuckyBlindCat
· hace5h
Por eso, esos sueños de hacerse rico de la noche a la mañana son ilusiones; la verdadera innovación es el precio que pagan los programadores por quedarse calvos.
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LiquidatedNotStirred
· hace5h
Jaja, en serio, aquellos que dicen "la tecnología simplemente evoluciona por sí misma", despierten. He visto demasiados equipos que se quedan despiertos toda la noche modificando el código por un consenso mecánico, y aún así siguen tropezando una y otra vez.
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MultiSigFailMaster
· hace5h
A decir verdad, esto es la verdadera verdad, no todos los momentos de inspiración son destellos de los elegidos por los dioses. En nuestro círculo, esos protocolos increíbles, mecanismos de consenso y demás, son el resultado de que el equipo los perfecciona una y otra vez, el fracaso es algo habitual.
El mito de que la tecnología simplemente sucede por sí sola? Totalmente falso. Los avances en blockchain, IA y cualquier tecnología de frontera no surgen de la nada—son el resultado de un esfuerzo implacable de miles de desarrolladores, investigadores e ingenieros que trabajan sin descanso. ¿Quieres mejores protocolos? Alguien tiene que construirlos. ¿Mecanismos de consenso más rápidos? Los equipos necesitan iterar, fallar y volver a iterar. La innovación que vemos en las criptomonedas hoy no es magia; es el producto de innumerables noches en vela y un compromiso inquebrantable. La brecha entre lo que es posible y lo que realmente existe se mide en puro esfuerzo humano y determinación.