Últimamente se suele ver una pregunta: "¿Por qué FET lleva tanto tiempo en rango? ¿Ya está acabado?" Esta duda en realidad refleja la ansiedad a corto plazo de muchos inversores. Pero si solo te concentras en el gráfico diario, es fácil tener esa ilusión.

Desde otra perspectiva, el período de calma actual de FET no necesariamente es una señal de declive. Al contrario, podría indicar que el mercado está llevando a cabo una corrección más profunda. Los vendedores que mantienen sus posiciones por encima de 0.20 dólares, en realidad, están expresando con acciones su juicio sobre el valor del proyecto—creen que ese precio es un límite inferior que no debe ser superado.

Detrás de esto hay un fenómeno en la industria que merece atención: si un proyecto puede volver a captar atención, generalmente depende de la firmeza de sus poseedores. Cuando el capital especulativo a corto plazo ya ha salido, los participantes que permanecen suelen ser aquellos que tienen una verdadera confianza en el proyecto. Esta transformación en la estructura de los poseedores irá formando gradualmente un sistema de soporte para el precio.

En cuanto al nivel del proyecto, el desarrollo técnico de FET ha seguido avanzando. Recientemente, se están llevando a cabo varias negociaciones relacionadas con colaboraciones ecológicas. Aunque estos avances aún no han impulsado directamente el precio, una vez que haya noticias sustanciales, podrían marcar un punto de inflexión en la reacción del mercado. Muchas veces, el período de acumulación en el fondo del mercado pasa desapercibido.

Desde esta perspectiva, la situación actual de FET no significa que el proyecto esté en dificultades, sino que el mercado está en un proceso de reevaluación y reprecio, y los participantes están eligiendo de nuevo. Aquellos inversores que realmente comprenden la situación, en este momento, están en silencio manteniendo su línea de valor.