Ganar dinero rápido, perderlo aún más rápido. Una sola vela bajista puede borrar todas las ganancias de varias semanas.

Conozco a alguien que, en su primera operación con contratos, en solo dos días triplicó su cuenta y me contó emocionado que había encontrado la vía rápida para hacerse rico. ¿Y el tercer día? Una caída repentina, la cuenta quedó en ceros, ni siquiera quedó el capital inicial.

Este tipo de historias son comunes en el mundo de las criptomonedas. El apalancamiento alto puede generar sensaciones de gratificación a corto plazo, pero los riesgos son reales. Después de años en el mercado de contratos, quiero compartir algunas experiencias que he obtenido con mi dinero de verdad.

**La tasa de financiación es tu termómetro de trading**

La mayoría de las personas tienden a ignorar este indicador, pero en realidad es un barómetro del estado de ánimo del mercado. En los contratos perpetuos, la tasa de financiación es un mecanismo de pagos periódicos entre largos y cortos, cuyo propósito es mantener el precio del contrato cerca del precio del mercado spot.

¿Tasa positiva? Indica que hay mucho optimismo en el mercado, el precio del contrato está sobrevalorado y los largos pagan a los cortos. Por el contrario, si la tasa es negativa, los cortos están subsidiando a los largos.

¿Y cuándo hay que tener cuidado? Cuando la tasa positiva es muy alta, por ejemplo, supera el 0.05% y sigue subiendo. Esto indica que los traders con apalancamiento largo están demasiado concentrados, el mercado en realidad es muy frágil. Solo hace falta que el mercado no pueda absorber la caída o que surja una noticia negativa para que las liquidaciones en cadena caigan como una avalancha, provocando una corrección del diez por ciento o más en un instante. Normalmente, considero que una tasa de financiación positiva excepcionalmente alta es un indicador en contra, y en ese momento, intentar comprar en la subida suele no ser buena idea.

Los traders profesionales revisan los datos de la tasa de financiación todos los días, igual que un médico mide la temperatura a un paciente. Es una señal clara para juzgar si el mercado está demasiado caliente.