Sobre cómo sobrevivir y ganar de manera estable en la bolsa, un gran inversor dijo una vez: —Lo que realmente entiendo es el mercado de acciones, y las personas que ganan a largo plazo no dependen de ninguna capacidad de predicción.

En pocas palabras, se reduce a dos palabras: retorno. Retornar al sentido común, retornar a la esencia de la empresa. No te dejes engañar por esas presentaciones sofisticadas, no confundas la popularidad con una oportunidad, y no pienses que una subida en el precio de las acciones significa que tu juicio fue correcto. La mayoría de los errores de las personas provienen de estos tres malentendidos.

¿Y cómo selecciona las acciones este gran inversor? Él tiene un criterio, que suena simple, pero pocos realmente lo cumplen: debes ser capaz de explicar en dos minutos, a un niño de 12 años, por qué quieres comprar esa empresa. ¿No puedes explicarlo? Entonces, ¿qué significa eso? Significa que en realidad no estás invirtiendo en la empresa, solo estás apostando a que la acción subirá.

Él critica especialmente esas descripciones de empresas que parecen "muy sofisticadas": un montón de términos técnicos juntos, que suenan a tecnología futurista, pero en realidad no puedes entender qué venden ni cómo ganan dinero. En su opinión, esas acciones son del tipo que "nunca podrán ganar dinero".

Por otro lado, las empresas que parecen más "insignificantes" son las que más disfruta al invertir: las que venden donas, las que tienen moteles, las que hacen retail. La lógica comercial se ve claramente, sin niebla complicada, y en esas oportunidades puede entenderlas a fondo. Por eso, la habilidad más escasa en inversión no es contar historias bonitas, sino entender claramente la esencia del negocio.