Este año, la tendencia de los robots humanoides ha sido muy fuerte. Los fondos fluyen constantemente hacia las startups, y los inversores están muy confiados: en poco tiempo, estos robots podrán entrar en almacenes, en líneas de producción e incluso en hogares comunes. Suena genial, pero también trae sus problemas.
Los externos temen que sea una burbuja, y lo que es más llamativo, algunos jugadores dentro del sector también empiezan a frenar. La razón es simple: hay demasiados desafíos técnicos y costos comerciales entre una demostración en laboratorio y un producto que pueda reemplazar a la mano de obra.
Las voces más convincentes provienen de las empresas que ya han aceptado pedidos reales. La compañía que fabrica el robot bípedo Digit, Agility Robotics, ya tiene varios cientos de máquinas trabajando en escenarios reales: en los almacenes de Amazon, donde clasifican y transportan, y en las líneas de producción de Schaeffler, fabricante de componentes automotrices. ¿Suena impresionante, verdad?
Pero incluso con estos logros, el director de tecnología de Agility, Pras Velagapudi, todavía lanza un aviso: no se dejen engañar por las afirmaciones de que la ola de robots humanoides está a punto de llegar por completo. Lo dice claramente: que los robots muevan cajas en almacenes relativamente ordenados es un problema; que se conviertan en asistentes inteligentes capaces de manejar diversas situaciones complejas en casa, es una historia completamente diferente. La complejidad técnica, la estabilidad, los costos... cada uno de estos aspectos es un obstáculo.
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RetailTherapist
· hace15h
Otra ola de cortar cebollas, ya lo veo venir
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SighingCashier
· hace15h
Otra vez esa misma narrativa, hay un abismo entre el laboratorio y el producto, y el capital simplemente no lo ve.
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GasFeeNightmare
· hace16h
Ver este artículo en la madrugada, siento que es como seguir el precio del gas, una lucha entre lo ilusorio y lo real. ¿Cientos de máquinas moviendo cajas en un almacén? emm, suena como un escenario de demostración cuidadosamente seleccionado, con un nivel de dificultad tan bajo como conseguir gas gratis en Polygon. Si realmente quieres entrar en una casa y manejar situaciones complejas, los costos se disparan directamente, lo he calculado... no es rentable en absoluto.
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StablecoinEnjoyer
· hace16h
Hmm... otra fiesta de capital, pero esta vez incluso el CTO está dejando que las cosas se deterioren.
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SchrodingerAirdrop
· hace16h
Otra vez la marea de la "revolución" anual, simplemente hay que invertir dinero en ella
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TerraNeverForget
· hace16h
Otra vez lo mismo de siempre, el demo y la implementación real son dos cosas completamente diferentes
Este año, la tendencia de los robots humanoides ha sido muy fuerte. Los fondos fluyen constantemente hacia las startups, y los inversores están muy confiados: en poco tiempo, estos robots podrán entrar en almacenes, en líneas de producción e incluso en hogares comunes. Suena genial, pero también trae sus problemas.
Los externos temen que sea una burbuja, y lo que es más llamativo, algunos jugadores dentro del sector también empiezan a frenar. La razón es simple: hay demasiados desafíos técnicos y costos comerciales entre una demostración en laboratorio y un producto que pueda reemplazar a la mano de obra.
Las voces más convincentes provienen de las empresas que ya han aceptado pedidos reales. La compañía que fabrica el robot bípedo Digit, Agility Robotics, ya tiene varios cientos de máquinas trabajando en escenarios reales: en los almacenes de Amazon, donde clasifican y transportan, y en las líneas de producción de Schaeffler, fabricante de componentes automotrices. ¿Suena impresionante, verdad?
Pero incluso con estos logros, el director de tecnología de Agility, Pras Velagapudi, todavía lanza un aviso: no se dejen engañar por las afirmaciones de que la ola de robots humanoides está a punto de llegar por completo. Lo dice claramente: que los robots muevan cajas en almacenes relativamente ordenados es un problema; que se conviertan en asistentes inteligentes capaces de manejar diversas situaciones complejas en casa, es una historia completamente diferente. La complejidad técnica, la estabilidad, los costos... cada uno de estos aspectos es un obstáculo.