Este mes la Reserva Federal anunció una decisión de reducir las tasas en 25 puntos básicos, situando la tasa de fondos federales en el rango del 3.50%-3.75%. Parece una operación rutinaria, pero la historia detrás es mucho más compleja.

En primer lugar, existen discrepancias internas. En la reunión surgieron tres voces diferentes: la mayoría apoyaba esta reducción de 25 puntos básicos; dos funcionarios se opusieron por preocupaciones sobre la inflación; y otro consideraba que la reducción no era suficiente. Esta situación es poco común desde los años 70 y refleja en esencia un conflicto directo entre los objetivos de estabilidad de precios y pleno empleo — en otras palabras, no saben qué priorizar.

Lo que resulta aún más delicado son las presiones externas. El gobierno ha presionado públicamente para que se reduzcan las tasas y ha tomado medidas en nombramientos, lo que ha generado preocupación sobre una posible pérdida de independencia del banco central. Además, el cierre prolongado del gobierno federal anteriormente provocó retrasos o distorsiones en datos económicos clave, lo que significa que los tomadores de decisiones están actuando con información limitada.

Mirando hacia 2026, ¿qué pasará? La expectativa de la Reserva Federal es que solo haya una nueva reducción de tasas el próximo año, mucho más cautelosa que las predicciones del mercado anteriormente. Es poco probable que las discrepancias internas desaparezcan, especialmente antes y después de la llegada del nuevo presidente, lo que complicará aún más las discusiones de política. Muchos analistas creen que la Fed adoptará un ritmo de flexibilización muy lento — antes de que el nuevo presidente asuma en mayo, probablemente solo habrá una reducción de tasas.

¿Y qué significa esto para el mercado? La incertidumbre es tan alta que se espera que el rendimiento del dólar en 2026 sea bastante volátil. Podría mantenerse apoyado a corto plazo, pero si el ciclo de reducción de tasas se aclara en la segunda mitad del año, el dólar podría verse presionado. En general, la Fed ahora está equilibrando con dificultad múltiples presiones y conflictos de objetivos, y cada paso será muy cauteloso, con los datos como factor clave en las decisiones.