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La Reserva Federal presiona el botón de pausa, Trump pide "una bajada del 1%" más — El juego de la liquidez global está reescribiendo la lógica subyacente del mercado de criptomonedas

Después de tres recortes consecutivos en 2025, la Reserva Federal mantiene la tasa en 3.75%, de repente sin moverla. Enfrente, Trump, por motivos políticos de cara a las elecciones de medio término, comienza a presionar públicamente al banco central para que siga inyectando liquidez. Detrás de esta partida de tira y afloja, está la realidad ineludible de la bomba de 38 billones de dólares en bonos del Tesoro de EE. UU.: solo los intereses de la deuda queman 1.2 billones de dólares al año, una tercera parte de los ingresos totales del gobierno federal.

Los números hablan por sí mismos. ¿Ese crecimiento del 4.3% del PIB en EE. UU.? Todo gracias a pedir prestado y a las importaciones. La inversión empresarial y el gasto en consumo empiezan a mostrar signos de agotamiento, los minoristas y agricultores se oponen colectivamente y añaden confusión. El guion de 2018, con subidas de impuestos que provocaron inflación y finalmente llevaron a subir las tasas, no quiere repetirse. Al final, Estados Unidos y China acordaron dejar de lado las disputas arancelarias, evitando una crisis aún mayor.

Por su parte, China juega con otra estrategia. Las exportaciones de vehículos eléctricos representan el 60% del mercado global, y se han producido avances clave en chips y software industrial, además de que países como China mantienen el control sobre precios de recursos estratégicos como las tierras raras. Lo más importante es la red financiera CIPS — que cubre 189 países, con un volumen de transacciones que en la primera mitad del año creció un 30%, alcanzando los 35 billones de yuanes. La sinergia con el yuan digital, formando un "doble motor", ya es una nueva posibilidad para los pagos transfronterizos. Cuanto más EE. UU. intenta desvincularse, más las empresas globales dependen de la cadena de suministro china; esta fortaleza hace que los activos en yuanes sean una nueva opción de refugio en tiempos de turbulencia.

Para los activos criptográficos, esto no es solo una cuestión de tasas de interés. Si Trump logra consolidar su poder, y la Fed reinicia un ciclo agresivo de recortes, la liquidez global relajada beneficiará directamente la valoración de activos de riesgo como Bitcoin y Ethereum. Por otro lado, si la crisis de deuda en EE. UU. realmente se desborda, la innovación en pagos transfronterizos con el yuan, liderada por CIPS, podría abrir una nueva vía para la liquidación en criptomonedas. La solidez de la cadena industrial china también puede ofrecer un colchón de riesgo adicional para todo el mercado de criptomonedas.

La pregunta es: ¿la Reserva Federal será finalmente vencida por la presión política? ¿Las ventajas de la cadena de suministro china y la innovación financiera de CIPS atraerán una marea de fondos criptográficos hacia activos denominados en yuanes? La próxima jugada en este juego global podría estar reescribiendo nuestras oportunidades de inversión.