Las tasas de interés permanecen sin cambios y la gran fiesta de liquidez en el mercado de criptomonedas aún no ha comenzado, ya ha sido congelada.

Después de que la Reserva Federal completara la reducción de tasas en diciembre, el ambiente del mercado comenzó a volverse extraño. Mientras otros activos de riesgo celebraban con entusiasmo, Bitcoin y las criptomonedas, que siempre han sido consideradas como el "oro digital", quedaron rezagadas.

Los datos de probabilidad recientes son suficientes para ilustrar el problema: la probabilidad de que la Reserva Federal mantenga las tasas sin cambios en enero de 2026 ha subido a 84.5%, y la posibilidad de una reducción de tasas solo queda en 15.5%. En otras palabras, la expectativa del mercado para el Año Nuevo de una reducción de tasas ya se ha desvanecido. El dólar seguirá siendo fuerte, mientras que las criptomonedas y otros activos de riesgo seguirán enfrentando presión.

Las principales instituciones de Wall Street ahora están en una acalorada discusión. Goldman Sachs y Morgan Stanley ven con optimismo que en 2026 se reducirán las tasas dos veces en un total de 50 puntos básicos, mientras que HSBC y Standard Chartered creen que no habrá ninguna reducción durante todo el año, e incluso Macquarie predice que podría haber un aumento de tasas. La gran diferencia en las expectativas muestra cuán incierto es el panorama económico.

La propia Reserva Federal también tiene opiniones divididas. El presidente de la Reserva Federal de Nueva York, Williams, declaró recientemente que la reducción de tasas en diciembre ya ha colocado la política monetaria en una "posición bastante favorable", y no hay prisa por seguir bajando. Lo más impactante es que en la reunión de política de diciembre se registraron tres votos en contra: dos querían mantener las tasas y uno incluso quería reducir 50 puntos básicos directamente. Esta fue la primera vez desde septiembre de 2019 que hubo tres votos en contra, lo que evidencia que las fracturas internas en la Reserva Federal ya son difíciles de ocultar.

Aunque la inflación se ha moderado, todavía está por encima del objetivo del 2%, y la situación del mercado laboral sigue siendo incierta. La Reserva Federal enfrenta un desafío cada vez mayor para equilibrar ambas cosas.