A principios de 2025, una stablecoin llamada USD1 llamó la atención en el mercado de criptomonedas. La empresa detrás de ella, World Liberty Financial, es controlada en un 60% por una familia política y obtiene el 70% de los beneficios netos. En apenas unos meses, este negocio ha aportado más de mil millones de dólares en ingresos a la familia.

El verdadero giro ocurrió con una transacción de gran escala. El fondo soberano de Abu Dabi, MGX, invirtió 2,000 millones de USD1 en un importante exchange de criptomonedas. Esta operación estableció un nuevo récord en la historia de los pagos en criptomonedas y otorgó a esta nueva stablecoin la credibilidad de un "capital de nivel nacional".

USD1 comenzó a expandirse rápidamente. Para fin de año, su valor de mercado superó los 2.700 millones de dólares, situándose entre las siete principales stablecoins del mundo y convirtiéndose en uno de los actores de mayor crecimiento en la industria. Lo más interesante es que un protocolo descentralizado de stablecoins ya ha incluido a USD1 en su reserva principal de activos — lo que significa que se está formando una nueva cadena ecológica.

Desde el flujo de transacciones hasta la dirección del capital y la composición de las reservas, la interacción de USD1 con el ecosistema criptográfico principal se vuelve cada vez más estrecha. Al mismo tiempo, la actitud regulatoria en Washington también está ajustándose silenciosamente: las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley han suspendido investigaciones sobre ciertos casos, y funcionarios del Departamento del Tesoro de EE. UU. han declarado públicamente que las stablecoins jugarán un papel en "mantener la posición del dólar en el ámbito internacional".

Cuando el capital soberano, las principales plataformas de intercambio, la influencia política y las autoridades regulatorias alcanzan un consenso, una stablecoin trasciende su simple función comercial. Se convierte en una forma de capital de nuevo tipo — una que conecta la liquidez del mercado con el reconocimiento del poder. Esto está reescribiendo las reglas del juego en el mercado de criptomonedas.