Al revisar el ascenso del MEME moneda en los últimos dos años, se puede descubrir una interesante regla: todos los superproyectos que han sobrevivido han tocado, sin excepción, el punto de resonancia de la cultura global.

DOGE, gracias al encanto simple del meme del perro, ha ganado popularidad en todo el mundo; PEPE representa la memoria colectiva de la cultura de Internet; POPCAT ha logrado un crecimiento exponencial en medio de un intenso debate en las redes sociales. El punto en común detrás de estos proyectos es evidente: todos poseen una fuerte propiedad intelectual cultural, más allá de ser meras estratagemas técnicas.

Bajo este marco, los nuevos proyectos de MEME basados en el ecosistema SOL están continuando este camino de éxito, combinando creatividad local con potencial de difusión global. Dado las características de bajo costo de la red SOL y la alta actividad de la comunidad, el espacio de iteración para este tipo de proyectos realmente merece atención.