Recientemente, el precio del oro ha subido como la espuma, superando los 4400 dólares por onza. Muchas personas lamentan no haber invertido antes. Pero si lo piensas detenidamente, hay un trasfondo muy profundo detrás de esto.

¿Por qué el precio del oro ha subido repentinamente? En pocas palabras, hay una sola razón: la gente está buscando desesperadamente cosas escasas, esas que son reconocidas globalmente como bienes escasos de valor.

Mira la situación mundial actual, la competencia entre grandes potencias se intensifica, los conflictos locales ocurren de vez en cuando, y el efectivo en mano se devalúa cada vez más. No importa cómo ajusten las políticas monetarias los países, una vez que la actualización de la industria no puede seguir el ritmo, el papel moneda está destinado a perder valor. En este momento, la reacción instintiva de las personas es invertir dinero en "moneda dura".

Pero aquí hay que aclarar una cosa: el oro representa un viejo consenso. Su valor se basa completamente en esa vieja lógica de "lo que se puede ver y tocar". En la era industrial, esta afirmación todavía tenía sentido.

El problema es que ya hemos entrado en la era de la economía digital. Lo que realmente puede llevar a cabo la misión de "almacenamiento de valor digital" es, de hecho, Bitcoin.

Alguien podría preguntarse, ¿tiene mucho que ver con el hecho de que la IA esté tan de moda últimamente? En realidad, sí. La clave para que la IA realmente explote en la producción no está en la tecnología en sí, sino en cómo se complementan las "relaciones de producción", es decir, el problema de cómo colaboran las personas, los recursos y la tecnología.

Mira, la combinación de blockchain + IA es bastante interesante. Blockchain resuelve fundamentalmente los problemas de "confianza" y "distribución de recursos", mientras que la IA eleva el techo de "eficiencia" e "innovación". Cuando estas dos tecnologías chocan, generan un modelo de relaciones de producción que se adapta mejor a la era actual.

En última instancia, el oro es como una caja fuerte de la era industrial, que contiene ese viejo consenso; mientras que el bitcoin es la caja fuerte de la era digital, que lleva un nuevo mecanismo de confianza y una lógica de transferencia de valor. Los tiempos cambian, y la definición de "escasez" y "valor preservado" también debería cambiar.