16 de diciembre de 2025, según los datos de mercado de Gate, BTC (Bitcoin) cotiza actualmente a 85,616 dólares, con una caída del 3.6% en las últimas 24 horas, alcanzando un máximo intradía de 89,987 dólares y un mínimo de 85,133 dólares, con un volumen de negociación de aproximadamente 10.88 mil millones de dólares en las últimas 24 horas.
En el último mes, el precio de Bitcoin ha oscilado continuamente entre 85,000 y 94,000 dólares, sin poder continuar la tendencia alcista tras la ruptura de nuevos máximos anteriores.
En este contexto, el mercado ha comenzado a reabrir el debate sobre una vieja cuestión: ¿sigue siendo válido el “teoría del ciclo de cuatro años”, que ha sido repetidamente confirmada para Bitcoin, en el entorno actual del mercado? Si este modelo de ciclo empieza a fallar, ¿cómo deberían los inversores reinterpretar la lógica del precio de Bitcoin?
Origen y validez histórica de la teoría del ciclo de cuatro años
El concepto del ciclo de cuatro años de Bitcoin se basa principalmente en su mecanismo de halving. La recompensa por bloque de Bitcoin se reduce aproximadamente a la mitad cada cuatro años, y la disminución en la oferta de nuevas monedas ha estado históricamente estrechamente relacionada con los picos de mercado alcistas. Los máximos de 2013, 2017 y 2021 ocurrieron dentro de los 12 a 18 meses posteriores a cada halving, y esta pauta ha sido durante mucho tiempo una de las narrativas macro más importantes del mercado.
Sin embargo, es importante señalar que el ciclo de cuatro años nunca ha sido una “predicción exacta”, sino más bien un marco que describe la interacción entre shocks de oferta y el sentimiento del mercado. En las etapas iniciales, debido a la menor escala del mercado y a la predominancia de participantes minoristas, los cambios en la oferta tenían un impacto particularmente notable en el precio.
¿Por qué esta ronda del ciclo muestra una “sensación de retraso”?
En comparación con ciclos anteriores, el comportamiento de Bitcoin en esta ocasión presenta cambios estructurales evidentes. Incluso tras completar el halving y con la entrada de fondos impulsada por ETFs, el precio de BTC sigue oscilando en niveles altos, sin formar una aceleración unidireccional similar a la de épocas pasadas.
Este fenómeno no significa que el ciclo haya dejado de ser válido por completo, sino que probablemente indica que el mecanismo de fijación de precios del mercado de Bitcoin está cambiando. En primer lugar, la aparición de ETFs ha aumentado significativamente la capacidad del mercado. La entrada de decenas de billones de dólares en fondos tradicionales ha reducido la sensibilidad del precio de Bitcoin a las nuevas entradas de capital; con flujos netos iguales, las ganancias ya no son tan pronunciadas como en los primeros tiempos.
En segundo lugar, la estructura de los participantes del mercado ha cambiado. Los fondos institucionales tienden a centrarse en la asignación, el reequilibrio y la gestión del riesgo, en lugar de perseguir picos de emoción a corto plazo. Esto hace que el precio sea más propenso a consolidarse en niveles altos, en lugar de experimentar rápidas subidas.
¿Existe posibilidad de un nuevo máximo en BTC en diciembre de 2025?
Desde el punto de vista técnico, mantener la oscilación por encima de 85,000 dólares ya es una señal de fortaleza relativa. Las medias móviles a largo plazo siguen en tendencia alcista, y la tendencia general no ha sido rota. La posibilidad de desafiar un nuevo máximo en diciembre dependerá de la confluencia de varias variables clave.
Primero, en términos de capital, si los ETFs físicos continúan mostrando entradas netas estables hacia fin de año, especialmente si se producen compras durante las correcciones de precio, esto proporcionará la liquidez necesaria para una ruptura. Segundo, en el entorno macroeconómico, si las expectativas de recortes de tasas se fortalecen aún más, el valor de los activos de riesgo en general podría subir, beneficiando directamente a Bitcoin como un activo de alta liquidez.
Desde la perspectiva del ciclo, el segundo año tras el halving no suele ser un período de subida lineal, sino que suele acompañarse de una consolidación prolongada en niveles altos. Si el mercado opta por digerir los movimientos en el tiempo en lugar de en el precio, la ruptura de un nuevo máximo podría retrasarse.
¿Qué pasa si la teoría del ciclo de cuatro años empieza a fallar? ¿Cómo debería valorarse Bitcoin?
Un consenso cada vez más importante es que Bitcoin está en transición de ser un “activo impulsado por halving” a convertirse en un “activo de liquidez macroeconómica”. En este marco, el precio de Bitcoin ya no está determinado únicamente por cambios en la oferta, sino que se asemeja más a un activo sensible a la liquidez global.
En este escenario, para evaluar la tendencia de BTC, hay que prestar atención a varias variables. La política monetaria global, que influye directamente en la valoración de los activos de riesgo. Los cambios en la estructura de tenencias de ETFs y fondos institucionales, que determinan la fuerza marginal de compra y venta. La actividad en la cadena y el comportamiento de los tenedores a largo plazo también afectan el equilibrio entre oferta y demanda.
Si el ciclo de cuatro años se debilita progresivamente, Bitcoin probablemente entrará en un estado de “oscillación de largo plazo + rango amplio de consolidación ascendente”, en lugar de seguir la trayectoria parabólica abrupta del pasado.
La teoría del ciclo de cuatro años no ha desaparecido, sino que está en evolución
Una comprensión más adecuada es que el ciclo de cuatro años no ha dejado de ser válido, sino que está siendo redefinido por nuevas variables. El halving sigue siendo un evento importante de oferta, pero su impacto se diluye ante un volumen de fondos mayor y una estructura de mercado más compleja.
El mecanismo de descubrimiento de precios de Bitcoin se está acercando a los mercados maduros, lo que implica una menor volatilidad, ciclos más largos y una tendencia que depende más de las condiciones macroeconómicas. Esto puede no ser favorable para los traders a corto plazo, pero para los inversores a largo plazo, reduce el riesgo sistémico.
Conclusión
Bitcoin en diciembre de 2025 se encuentra en una etapa de cambio histórico. Conserva la narrativa de escasez propia de los primeros tiempos de las criptomonedas, pero evoluciona gradualmente hacia un activo de liquidez global. La teoría del ciclo de cuatro años ya no es la única forma de interpretarlo, pero sigue siendo un marco importante para entender la estructura de oferta.
Que alcance o no un nuevo máximo quizás ya no sea el único criterio para evaluar el éxito del ciclo. Lo que realmente importa es si Bitcoin ha logrado su transición de “activo especulativo” a “activo macroeconómico”. En este proceso, el precio puede avanzar más lentamente, pero el camino puede ser más estable.
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¿Sigue siendo válido el ciclo de cuatro años de Bitcoin? Desde los cambios estructurales, ¿es posible que BTC alcance nuevos máximos?
16 de diciembre de 2025, según los datos de mercado de Gate, BTC (Bitcoin) cotiza actualmente a 85,616 dólares, con una caída del 3.6% en las últimas 24 horas, alcanzando un máximo intradía de 89,987 dólares y un mínimo de 85,133 dólares, con un volumen de negociación de aproximadamente 10.88 mil millones de dólares en las últimas 24 horas.
En el último mes, el precio de Bitcoin ha oscilado continuamente entre 85,000 y 94,000 dólares, sin poder continuar la tendencia alcista tras la ruptura de nuevos máximos anteriores.
En este contexto, el mercado ha comenzado a reabrir el debate sobre una vieja cuestión: ¿sigue siendo válido el “teoría del ciclo de cuatro años”, que ha sido repetidamente confirmada para Bitcoin, en el entorno actual del mercado? Si este modelo de ciclo empieza a fallar, ¿cómo deberían los inversores reinterpretar la lógica del precio de Bitcoin?
Origen y validez histórica de la teoría del ciclo de cuatro años
El concepto del ciclo de cuatro años de Bitcoin se basa principalmente en su mecanismo de halving. La recompensa por bloque de Bitcoin se reduce aproximadamente a la mitad cada cuatro años, y la disminución en la oferta de nuevas monedas ha estado históricamente estrechamente relacionada con los picos de mercado alcistas. Los máximos de 2013, 2017 y 2021 ocurrieron dentro de los 12 a 18 meses posteriores a cada halving, y esta pauta ha sido durante mucho tiempo una de las narrativas macro más importantes del mercado.
Sin embargo, es importante señalar que el ciclo de cuatro años nunca ha sido una “predicción exacta”, sino más bien un marco que describe la interacción entre shocks de oferta y el sentimiento del mercado. En las etapas iniciales, debido a la menor escala del mercado y a la predominancia de participantes minoristas, los cambios en la oferta tenían un impacto particularmente notable en el precio.
¿Por qué esta ronda del ciclo muestra una “sensación de retraso”?
En comparación con ciclos anteriores, el comportamiento de Bitcoin en esta ocasión presenta cambios estructurales evidentes. Incluso tras completar el halving y con la entrada de fondos impulsada por ETFs, el precio de BTC sigue oscilando en niveles altos, sin formar una aceleración unidireccional similar a la de épocas pasadas.
Este fenómeno no significa que el ciclo haya dejado de ser válido por completo, sino que probablemente indica que el mecanismo de fijación de precios del mercado de Bitcoin está cambiando. En primer lugar, la aparición de ETFs ha aumentado significativamente la capacidad del mercado. La entrada de decenas de billones de dólares en fondos tradicionales ha reducido la sensibilidad del precio de Bitcoin a las nuevas entradas de capital; con flujos netos iguales, las ganancias ya no son tan pronunciadas como en los primeros tiempos.
En segundo lugar, la estructura de los participantes del mercado ha cambiado. Los fondos institucionales tienden a centrarse en la asignación, el reequilibrio y la gestión del riesgo, en lugar de perseguir picos de emoción a corto plazo. Esto hace que el precio sea más propenso a consolidarse en niveles altos, en lugar de experimentar rápidas subidas.
¿Existe posibilidad de un nuevo máximo en BTC en diciembre de 2025?
Desde el punto de vista técnico, mantener la oscilación por encima de 85,000 dólares ya es una señal de fortaleza relativa. Las medias móviles a largo plazo siguen en tendencia alcista, y la tendencia general no ha sido rota. La posibilidad de desafiar un nuevo máximo en diciembre dependerá de la confluencia de varias variables clave.
Primero, en términos de capital, si los ETFs físicos continúan mostrando entradas netas estables hacia fin de año, especialmente si se producen compras durante las correcciones de precio, esto proporcionará la liquidez necesaria para una ruptura. Segundo, en el entorno macroeconómico, si las expectativas de recortes de tasas se fortalecen aún más, el valor de los activos de riesgo en general podría subir, beneficiando directamente a Bitcoin como un activo de alta liquidez.
Desde la perspectiva del ciclo, el segundo año tras el halving no suele ser un período de subida lineal, sino que suele acompañarse de una consolidación prolongada en niveles altos. Si el mercado opta por digerir los movimientos en el tiempo en lugar de en el precio, la ruptura de un nuevo máximo podría retrasarse.
¿Qué pasa si la teoría del ciclo de cuatro años empieza a fallar? ¿Cómo debería valorarse Bitcoin?
Un consenso cada vez más importante es que Bitcoin está en transición de ser un “activo impulsado por halving” a convertirse en un “activo de liquidez macroeconómica”. En este marco, el precio de Bitcoin ya no está determinado únicamente por cambios en la oferta, sino que se asemeja más a un activo sensible a la liquidez global.
En este escenario, para evaluar la tendencia de BTC, hay que prestar atención a varias variables. La política monetaria global, que influye directamente en la valoración de los activos de riesgo. Los cambios en la estructura de tenencias de ETFs y fondos institucionales, que determinan la fuerza marginal de compra y venta. La actividad en la cadena y el comportamiento de los tenedores a largo plazo también afectan el equilibrio entre oferta y demanda.
Si el ciclo de cuatro años se debilita progresivamente, Bitcoin probablemente entrará en un estado de “oscillación de largo plazo + rango amplio de consolidación ascendente”, en lugar de seguir la trayectoria parabólica abrupta del pasado.
La teoría del ciclo de cuatro años no ha desaparecido, sino que está en evolución
Una comprensión más adecuada es que el ciclo de cuatro años no ha dejado de ser válido, sino que está siendo redefinido por nuevas variables. El halving sigue siendo un evento importante de oferta, pero su impacto se diluye ante un volumen de fondos mayor y una estructura de mercado más compleja.
El mecanismo de descubrimiento de precios de Bitcoin se está acercando a los mercados maduros, lo que implica una menor volatilidad, ciclos más largos y una tendencia que depende más de las condiciones macroeconómicas. Esto puede no ser favorable para los traders a corto plazo, pero para los inversores a largo plazo, reduce el riesgo sistémico.
Conclusión
Bitcoin en diciembre de 2025 se encuentra en una etapa de cambio histórico. Conserva la narrativa de escasez propia de los primeros tiempos de las criptomonedas, pero evoluciona gradualmente hacia un activo de liquidez global. La teoría del ciclo de cuatro años ya no es la única forma de interpretarlo, pero sigue siendo un marco importante para entender la estructura de oferta.
Que alcance o no un nuevo máximo quizás ya no sea el único criterio para evaluar el éxito del ciclo. Lo que realmente importa es si Bitcoin ha logrado su transición de “activo especulativo” a “activo macroeconómico”. En este proceso, el precio puede avanzar más lentamente, pero el camino puede ser más estable.