El mercado financiero de 2025 se acerca a su fin, y una reunión del Banco Central de Japón podría convertirse en el último gran acontecimiento. Según las expectativas del mercado, el banco celebrará una reunión los días 18-19, y el consenso apunta a un aumento de 25 puntos básicos hasta situarse en 0.75%.
Esta decisión puede parecer moderada, pero la lógica del mercado que la respalda merece un análisis profundo. Durante mucho tiempo, las tasas de interés en Japón han oscilado cerca de cero, atrayendo a numerosos inversores e instituciones a participar en operaciones de "carry trade" con yenes: tomar prestado yenes baratos para invertir en bonos y acciones estadounidenses. Esta estrategia ha sido muy rentable en un entorno de bajas tasas de interés.
Una vez que se inicie el aumento de tasas, el coste de los préstamos en yenes se elevará, y el margen de beneficio del carry trade desaparecerá de inmediato. Aunque el 0.75% sigue siendo relativamente bajo a nivel global, es suficiente para cambiar las expectativas del mercado. La subida de tasas combinada con la expectativa de una apreciación del yen puede, en un corto plazo, causar un impacto en la liquidez del mercado debido a la resonancia de estos dos factores.
Es especialmente importante estar atentos a las señales de política futura del banco central. Si solo sube las tasas hasta el 0.75%, el mercado ya habrá descontado parcialmente esa expectativa. Pero si el banco central insinúa que continuará subiendo las tasas en 2026, e incluso que realizará múltiples aumentos, esto podría desencadenar una venta masiva de activos de riesgo y una rápida revaluación del yen. Japón es uno de los mayores tenedores de bonos y acciones estadounidenses, por lo que estos flujos de capital sin duda afectarán la sensibilidad de todo el mercado financiero.
Para el mercado de criptomonedas, el endurecimiento de la liquidez en dólares y la disminución del apetito por el riesgo suelen significar mayor volatilidad. Los inversores deben prestar mucha atención a los detalles de esta reunión y a las palabras de los funcionarios del banco central: cambios aparentemente insignificantes en los números a menudo anuncian cambios mayores en el mercado.
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El mercado financiero de 2025 se acerca a su fin, y una reunión del Banco Central de Japón podría convertirse en el último gran acontecimiento. Según las expectativas del mercado, el banco celebrará una reunión los días 18-19, y el consenso apunta a un aumento de 25 puntos básicos hasta situarse en 0.75%.
Esta decisión puede parecer moderada, pero la lógica del mercado que la respalda merece un análisis profundo. Durante mucho tiempo, las tasas de interés en Japón han oscilado cerca de cero, atrayendo a numerosos inversores e instituciones a participar en operaciones de "carry trade" con yenes: tomar prestado yenes baratos para invertir en bonos y acciones estadounidenses. Esta estrategia ha sido muy rentable en un entorno de bajas tasas de interés.
Una vez que se inicie el aumento de tasas, el coste de los préstamos en yenes se elevará, y el margen de beneficio del carry trade desaparecerá de inmediato. Aunque el 0.75% sigue siendo relativamente bajo a nivel global, es suficiente para cambiar las expectativas del mercado. La subida de tasas combinada con la expectativa de una apreciación del yen puede, en un corto plazo, causar un impacto en la liquidez del mercado debido a la resonancia de estos dos factores.
Es especialmente importante estar atentos a las señales de política futura del banco central. Si solo sube las tasas hasta el 0.75%, el mercado ya habrá descontado parcialmente esa expectativa. Pero si el banco central insinúa que continuará subiendo las tasas en 2026, e incluso que realizará múltiples aumentos, esto podría desencadenar una venta masiva de activos de riesgo y una rápida revaluación del yen. Japón es uno de los mayores tenedores de bonos y acciones estadounidenses, por lo que estos flujos de capital sin duda afectarán la sensibilidad de todo el mercado financiero.
Para el mercado de criptomonedas, el endurecimiento de la liquidez en dólares y la disminución del apetito por el riesgo suelen significar mayor volatilidad. Los inversores deben prestar mucha atención a los detalles de esta reunión y a las palabras de los funcionarios del banco central: cambios aparentemente insignificantes en los números a menudo anuncian cambios mayores en el mercado.