Hay algo que vale la pena cuestionar aquí: si alguien recibe una sentencia de 5 años por sus acciones, ¿qué pasa con las plataformas que permiten esto a gran escala? Tomemos a los desarrolladores de Pump Fun, por ejemplo: su plataforma ha facilitado innumerables rug pulls. ¿No deberían enfrentar consecuencias mucho más severas según esa lógica?

El doble rasero es evidente. Los actores individuales son procesados mientras que las plataformas que facilitan sistemáticamente el fraude operan con relativa impunidad. Es el clásico debate: ¿dónde termina la responsabilidad personal y comienza la responsabilidad de la plataforma?

Esto no se trata solo de un caso. Se trata de establecer precedentes en la aplicación de la ley en criptomonedas. Si estamos serios acerca de limpiar el espacio, la conversación debe cambiar de castigar a los peces pequeños a abordar la infraestructura que hace posible las estafas a gran escala.