Lanzar DTN no fue un plan maestro elaborado. Nació de la frustración—pura, cruda frustración.
Había sido quemado demasiadas veces. Proyectos que prometían la luna, solo para desaparecer de la noche a la mañana. Comunidades donde los líderes te alimentaban con sueños mientras en secreto planeaban su salida. Esa sensación de hundimiento cuando revisas Telegram y el grupo ya no existe. Cuando la página web está caída. Cuando tus tokens no valen nada.
¿Conoces esa sensación?
Me cansé de que me mintieran. Cansado de ver comunidades apasionadas ser explotadas por personas que nunca se preocuparon por nada más allá de sus propios bolsillos. El ciclo seguía repitiéndose: hype, promesas, rug pull. Enjuagar y repetir.
Así que me hice una pregunta sencilla: ¿Y si simplemente... no hiciéramos eso?
¿Y si construyéramos algo donde la comunidad realmente importara? Donde la transparencia no fuera solo una palabra de moda en el whitepaper, sino la base de todo? Donde los fundadores no pudieran simplemente desaparecer cuando las cosas se pusieran difíciles?
Por eso existe DTN. No porque tuviera todas las respuestas, sino porque estaba harto de los mismos problemas y pensó que probablemente otros también lo estaban.
A veces, los mejores proyectos comienzan con alguien que ya ha tenido suficiente de toda la tontería.
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BearMarketBuyer
· hace7h
Otra vez me han engañado y he caído en una gran trampa.
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RealYieldWizard
· hace7h
tbh esto golpea diferente... finalmente alguien diciendo la verdad sobre todas estas estafas que hemos pasado
Lanzar DTN no fue un plan maestro elaborado. Nació de la frustración—pura, cruda frustración.
Había sido quemado demasiadas veces. Proyectos que prometían la luna, solo para desaparecer de la noche a la mañana. Comunidades donde los líderes te alimentaban con sueños mientras en secreto planeaban su salida. Esa sensación de hundimiento cuando revisas Telegram y el grupo ya no existe. Cuando la página web está caída. Cuando tus tokens no valen nada.
¿Conoces esa sensación?
Me cansé de que me mintieran. Cansado de ver comunidades apasionadas ser explotadas por personas que nunca se preocuparon por nada más allá de sus propios bolsillos. El ciclo seguía repitiéndose: hype, promesas, rug pull. Enjuagar y repetir.
Así que me hice una pregunta sencilla: ¿Y si simplemente... no hiciéramos eso?
¿Y si construyéramos algo donde la comunidad realmente importara? Donde la transparencia no fuera solo una palabra de moda en el whitepaper, sino la base de todo? Donde los fundadores no pudieran simplemente desaparecer cuando las cosas se pusieran difíciles?
Por eso existe DTN. No porque tuviera todas las respuestas, sino porque estaba harto de los mismos problemas y pensó que probablemente otros también lo estaban.
A veces, los mejores proyectos comienzan con alguien que ya ha tenido suficiente de toda la tontería.