Bitcoin ha sido el refugio de valor definitivo—¿oro digital, verdad? Sólido como una roca, en el que todos confían. Pero aquí está el asunto: en su mayoría, simplemente... está allí. Sin rendimiento, sin acción, solo en espera.

Eso está cambiando ahora. Nuevas capas tecnológicas están desbloqueando formas de poner ese BTC a trabajar sin comprometer la seguridad. De repente, tu oro digital no solo está acumulando polvo, sino que en realidad está generando ganancias. Eso es un cambio de juego para los inversores a largo plazo que buscan más utilidad sin sacrificar la confianza.