En esencia, un ataque DoS (denegación de servicio) es una táctica para impedir que usuarios legítimos accedan a una red o página web. Esto se consigue normalmente saturando el objetivo con una cantidad desmesurada de tráfico o enviando peticiones maliciosas que provocan fallos o bloqueos completos del sistema.
El primer caso documentado ocurrió en febrero de 2000, cuando un adolescente canadiense de 15 años atacó los servidores de Amazon y eBay. Desde entonces, estos ataques se han multiplicado afectando a numerosos sectores.
Tipos de ataques DoS
Algunos ataques DoS buscan bloquear el acceso de un usuario específico, mientras otros pretenden inutilizar completamente un recurso. Su duración varía desde minutos hasta días en casos extremos. Estas interrupciones suelen provocar pérdidas económicas significativas para empresas sin estrategias defensivas adecuadas.
Los ataques DoS se presentan en múltiples formas. Como cada dispositivo y red tiene vulnerabilidades distintas, los atacantes deben ser creativos. Algunos ejemplos conocidos son:
Ataque de desbordamiento de búfer
Probablemente el más común, consiste en enviar más tráfico del que el sistema puede manejar, permitiendo al atacante bloquear o interferir con el proceso objetivo.
Inundación ICMP
Ataca dispositivos mal configurados obligándolos a distribuir paquetes falsos a todos los nodos de la red, sobrecargándola. A veces se conoce como “ping de la muerte” o “ataque pitufo”.
Inundación SYN
Envía solicitudes de conexión a servidores web sin autenticarlas completamente, atacando todos los puertos abiertos hasta provocar un fallo.
Ataques DoS vs DDoS
Un ataque DDoS (denegación de servicio distribuido) implica múltiples máquinas atacando un único recurso. Este método es más efectivo y difícil de rastrear al originarse desde múltiples puntos.
¿Afectan estos ataques a las criptomonedas?
Tradicionalmente, estos ataques se dirigían contra servidores web corporativos, bancos o servicios gubernamentales, pero cualquier dispositivo conectado a internet es vulnerable.
Con el auge de las criptomonedas, las plataformas de intercambio se han convertido en objetivos frecuentes. Por ejemplo, Bitcoin Gold sufrió un ataque DDoS masivo durante su lanzamiento que paralizó su web durante horas.
Sin embargo, la naturaleza descentralizada de las blockchains ofrece una fuerte protección. Aunque algunos nodos fallen, la cadena puede seguir operando y validando transacciones. Cuando los nodos afectados se recuperan, se resincronizarán con los datos más recientes.
El nivel de protección depende del número de nodos y la tasa de hash. Bitcoin, por su antigüedad y tamaño, posee la blockchain más segura y resistente. Su algoritmo de consenso Prueba de Trabajo garantiza que todos los datos estén protegidos criptográficamente, haciendo casi imposible modificar bloques validados.
Un ataque exitoso solo podría alterar transacciones de algunos bloques recientes temporalmente. Incluso en un ataque del 51%, el protocolo se actualizaría rápidamente como respuesta.
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¿Qué es un ataque DoS?
En esencia, un ataque DoS (denegación de servicio) es una táctica para impedir que usuarios legítimos accedan a una red o página web. Esto se consigue normalmente saturando el objetivo con una cantidad desmesurada de tráfico o enviando peticiones maliciosas que provocan fallos o bloqueos completos del sistema.
El primer caso documentado ocurrió en febrero de 2000, cuando un adolescente canadiense de 15 años atacó los servidores de Amazon y eBay. Desde entonces, estos ataques se han multiplicado afectando a numerosos sectores.
Tipos de ataques DoS
Algunos ataques DoS buscan bloquear el acceso de un usuario específico, mientras otros pretenden inutilizar completamente un recurso. Su duración varía desde minutos hasta días en casos extremos. Estas interrupciones suelen provocar pérdidas económicas significativas para empresas sin estrategias defensivas adecuadas.
Los ataques DoS se presentan en múltiples formas. Como cada dispositivo y red tiene vulnerabilidades distintas, los atacantes deben ser creativos. Algunos ejemplos conocidos son:
Ataque de desbordamiento de búfer
Probablemente el más común, consiste en enviar más tráfico del que el sistema puede manejar, permitiendo al atacante bloquear o interferir con el proceso objetivo.
Inundación ICMP
Ataca dispositivos mal configurados obligándolos a distribuir paquetes falsos a todos los nodos de la red, sobrecargándola. A veces se conoce como “ping de la muerte” o “ataque pitufo”.
Inundación SYN
Envía solicitudes de conexión a servidores web sin autenticarlas completamente, atacando todos los puertos abiertos hasta provocar un fallo.
Ataques DoS vs DDoS
Un ataque DDoS (denegación de servicio distribuido) implica múltiples máquinas atacando un único recurso. Este método es más efectivo y difícil de rastrear al originarse desde múltiples puntos.
¿Afectan estos ataques a las criptomonedas?
Tradicionalmente, estos ataques se dirigían contra servidores web corporativos, bancos o servicios gubernamentales, pero cualquier dispositivo conectado a internet es vulnerable.
Con el auge de las criptomonedas, las plataformas de intercambio se han convertido en objetivos frecuentes. Por ejemplo, Bitcoin Gold sufrió un ataque DDoS masivo durante su lanzamiento que paralizó su web durante horas.
Sin embargo, la naturaleza descentralizada de las blockchains ofrece una fuerte protección. Aunque algunos nodos fallen, la cadena puede seguir operando y validando transacciones. Cuando los nodos afectados se recuperan, se resincronizarán con los datos más recientes.
El nivel de protección depende del número de nodos y la tasa de hash. Bitcoin, por su antigüedad y tamaño, posee la blockchain más segura y resistente. Su algoritmo de consenso Prueba de Trabajo garantiza que todos los datos estén protegidos criptográficamente, haciendo casi imposible modificar bloques validados.
Un ataque exitoso solo podría alterar transacciones de algunos bloques recientes temporalmente. Incluso en un ataque del 51%, el protocolo se actualizaría rápidamente como respuesta.