La democracia tiene sus defectos, eso es innegable. Veamos algunos.
Las decisiones tardan una eternidad. Partidos discutiendo sin parar. Políticas urgentes en el limbo. Un lío.
A veces, la mayoría aplasta a las minorías. Pasa con las leyes de migración. No es justo, pero así es.
El populismo es un problema real. Líderes carismáticos seducen a las masas. Europa y Latinoamérica lo han vivido. Da miedo.
Montar una democracia cuesta un ojo de la cara. Infraestructura, educación cívica... No es fácil. Países en transición lo saben bien.
Y cuando hay crisis, parece que todo se paraliza. La pandemia lo dejó claro. Algunas democracias tuvieron que ponerse duras.
No todo es perfecto en la democracia. Tiene sus puntos débiles. Pero sigue siendo el sistema que tenemos. Quizás podamos mejorarlo. O no. El tiempo lo dirá.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
La democracia tiene sus defectos, eso es innegable. Veamos algunos.
Las decisiones tardan una eternidad. Partidos discutiendo sin parar. Políticas urgentes en el limbo. Un lío.
A veces, la mayoría aplasta a las minorías. Pasa con las leyes de migración. No es justo, pero así es.
El populismo es un problema real. Líderes carismáticos seducen a las masas. Europa y Latinoamérica lo han vivido. Da miedo.
Montar una democracia cuesta un ojo de la cara. Infraestructura, educación cívica... No es fácil. Países en transición lo saben bien.
Y cuando hay crisis, parece que todo se paraliza. La pandemia lo dejó claro. Algunas democracias tuvieron que ponerse duras.
No todo es perfecto en la democracia. Tiene sus puntos débiles. Pero sigue siendo el sistema que tenemos. Quizás podamos mejorarlo. O no. El tiempo lo dirá.