El enigmático creador del Bitcoin: ¿Quién se esconde tras Satoshi Nakamoto?

¡Vaya tela con el misterioso Satoshi! Hoy estaría cumpliendo 50 añitos según su perfil, pero la verdad es que nadie sabe quién demonios es este tío. Lo que sí sabemos es que tiene un pastizal de unos 134 mil millones de euros sin tocar desde 2010. ¡Con esa pasta podría comprarse media España y ni se inmuta!

Me da mucha rabia pensar que este personaje, sea quien sea, se inventó el Bitcoin y luego desapareció como si nada. Es como si Leonardo da Vinci hubiera pintado la Mona Lisa y después se hubiera esfumado sin firmarla. ¡Qué descarado!

La fecha de nacimiento que puso en su perfil (5 de abril de 1975) no es casual. Es una pulla directa contra el sistema financiero yanqui, haciendo referencia a cuando Roosevelt prohibió a los americanos tener oro y cuando volvieron a permitirlo. Menudo rebelde estamos hecho, Satoshi.

Yo apostaría mi última moneda digital a que este tío es más viejo de lo que dice. Escribe como mi abuelo poniendo doble espacio después del punto, y su forma de programar huele a los años 90. No me trago que tenga 50 años ni de broma.

El fantasma detrás del Bitcoin

Apareció de la nada el 31 de octubre de 2008 (¡justo en Halloween, qué apropiado!) cuando publicó ese famoso documento sobre un sistema de efectivo electrónico. Decía ser un japonés de 37 años, pero escribía en un inglés perfecto con expresiones británicas. ¡Venga ya! Tan japonés como yo flamenco.

Lo más fascinante es que desapareció en 2011 después de decirle a un colega que dejara de referirse a él como "una misteriosa figura en las sombras". ¡Pero si eso es exactamente lo que es! Me parece hipócrita que alguien que cultiva tanto misterio luego se moleste porque lo llamen misterioso.

Su nombre podría venir de cuatro empresas tecnológicas: Samsung, Toshiba, Nakamichi y Motorola. ¿En serio? ¿Se inspiró en marcas de electrodomésticos para crear su seudónimo? Si es cierto, me muero de la risa.

Su legado y su fortuna intacta

Lo que más me sorprende es que este tipo (o grupo) tiene una fortuna bestial y no ha gastado ni un céntimo. Entre 750.000 y 1.100.000 bitcoins que valen una barbaridad. ¿Por qué no mover ni uno solo? ¿Perdió las claves? ¿Está muerto? ¿O simplemente disfruta viéndonos especular mientras se ríe desde su mansión secreta?

Hay algunos que dicen que empezó a vender en 2019, pero los expertos lo han desmentido. Yo creo que Satoshi está por ahí, observándonos, viendo cómo su creación ha revolucionado el mundo y riéndose de todos los que intentamos descubrir su identidad.

¿Quién es realmente?

La lista de sospechosos es interminable. Hal Finney fue uno de los primeros en recibir bitcoins directamente de Satoshi, pero murió en 2014 negando ser el creador. Nick Szabo inventó un precursor del Bitcoin llamado "bit gold" y escribe muy parecido a Satoshi, pero también lo niega.

Lo de Craig Wright es para echarse a llorar. Este australiano ha insistido hasta la saciedad que él es Satoshi, incluso registrando derechos de autor, pero los tribunales británicos lo han desmentido rotundamente este año. Sus documentos eran falsificaciones evidentes. ¡Qué patético intentar robarse la gloria ajena!

El más reciente candidato es Peter Todd, según un documental de HBO. Pero él dice que es "ridículo" y yo le creo. ¿Por qué alguien que ha conseguido mantenerse en secreto durante 16 años se revelaría ahora?

¿Por qué sigue escondido?

Es brillante si lo piensas bien. Al mantenerse anónimo, Satoshi aseguró que Bitcoin sea verdaderamente descentralizado. No hay una figura a quien presionar, sobornar o amenazar. No hay un líder cuyas opiniones puedan hacer tambalear el mercado.

Además, con tanto dinero, revelar su identidad sería ponerse una diana en la espalda. ¿Te imaginas los secuestros, extorsiones o algo peor que podría sufrir? Y encima tendría que lidiar con los medios, los gobiernos y toda clase de personas intentando sacarle algo.

Por eso admiro a este personaje. Creó algo revolucionario y luego tuvo la humildad de apartarse y dejar que otros lo desarrollaran. No muchos renunciarían a la fama y reconocimiento que le correspondería.

El anonimato de Satoshi es como una bofetada a nuestro sistema actual obsesionado con el culto a la personalidad. Su mensaje es claro: confía en las matemáticas y el código, no en personas o instituciones. Y vaya si lo ha conseguido - su creación vale hoy más que nunca sin que sepamos quién está detrás.

¿Quién diablos es Satoshi Nakamoto? Quizá nunca lo sepamos, y quizá sea mejor así.