Esta semana, los mercados financieros han caído en un estado de inquietante calma, con corrientes ocultas fluyendo bajo la superficie tranquila. Varios indicadores económicos clave están a punto de ser publicados, lo que podría convertirse en un importante punto de inflexión para la dirección del mercado.

La principal atención está en los datos de ajuste anual del empleo no agrícola que se publicarán la noche del 9 de septiembre. Si los datos muestran una fuerte reducción en el número de empleos, como una disminución de entre 600,000 y 900,000, podría causar un mayor golpe a la confianza del mercado.

Lo más crítico son los datos del índice de precios al consumidor publicados el jueves 11 de septiembre (CPI). Como la última referencia importante antes de la reunión de decisión sobre tasas de interés de la Reserva Federal en septiembre, los datos del CPI influirán enormemente en el juicio del mercado sobre la dirección futura de la política monetaria.

La experiencia histórica muestra que, cuando la Reserva Federal se ve obligada a reducir las tasas de interés debido al deterioro de las condiciones económicas, esto a menudo no es el comienzo de una recuperación del mercado, sino que puede presagiar una crisis económica más profunda. La reducción de tasas en sí misma no es la causa de una recesión económica, sino una reacción pasiva a unas condiciones económicas que ya se han deteriorado gravemente. Especialmente en el contexto actual, donde los datos económicos de Estados Unidos son frecuentemente cuestionados, este hecho merece una mayor atención. Es muy probable que cualquier rebote del mercado que ocurra a corto plazo sea seguido por un ajuste más severo.

Dada la situación actual, se sugiere a los inversores que mantengan una alta vigilancia y reduzcan la frecuencia de operaciones. Esta semana podría ser un momento clave en la elección del futuro del mercado, por lo que los inversores deben estar preparados para el control de riesgos y esperar pacientemente a que la tendencia del mercado se clarifique. En este período lleno de incertidumbres, la prudencia y la paciencia pueden ser la mejor estrategia de inversión.