Recientemente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha llevado a cabo una gran operación contra el fraude telefónico, enfocándose directamente en la industria del fraude en el sudeste asiático. Esta medida ha generado una amplia atención, revelando la grave situación de las actividades de fraude transnacional.
El 8 de septiembre, el Departamento del Tesoro de EE. UU. anunció sanciones contra 16 empresas y 4 individuos sospechosos de fraude, la mayoría de los cuales están ubicados en Birmania y Camboya. Esta decisión se debe a las enormes pérdidas económicas que EE. UU. ha sufrido debido al fraude telefónico. Los datos oficiales muestran que en 2024, las pérdidas de EE. UU. en este aspecto ya han superado los 10,000 millones de dólares, un aumento del 66% en comparación con el año anterior. Lo que es aún más preocupante es que los estafadores parecen estar apuntando especialmente a la población anciana, con el objetivo de sus pensiones y ahorros para la jubilación.
Los modos de operación de estas empresas de fraude son sorprendentemente similares. Suelen utilizar trabajos bien remunerados como cebo para atraer a las personas al extranjero. Una vez que las víctimas caen en la trampa, se les confisca el pasaporte, se les limita la libertad personal y se les obliga a participar en diversas actividades de fraude en línea, como fraudes de inversión y estafas de criptomonedas. Algunas víctimas incluso sufren abusos violentos, y estas acciones constituyen un típico crimen organizado transnacional.
A pesar de que China realizó una gran ofensiva en la región de Birmania del Norte el año pasado, la industria de fraudes en el sudeste asiático no ha desaparecido. Por el contrario, estas actividades delictivas se han trasladado a lugares como Birmania del Este, Camboya y Filipinas, mostrando una tendencia de expansión. En áreas como Myawaddy en Birmania del Este, Phnom Penh en Camboya y Sihanoukville, ya se ha formado una cadena de producción gris completa que incluye fraudes, lavado de dinero y apuestas en línea. Lo que es aún más preocupante es que algunas fuerzas políticas y empresariales locales podrían estar actuando como un paraguas para estas actividades delictivas.
Estados Unidos ha descubierto a través de la monitorización por satélite que la escala de ciertos parques de fraude en Camboya está creciendo rápidamente, un fenómeno que resulta impactante. Se estima que los ingresos anuales de la industria del fraude en el sudeste asiático superan los 50 mil millones de dólares, de los cuales aproximadamente un tercio proviene de las pérdidas de las víctimas en Estados Unidos. Esto convierte a Estados Unidos en el "mayor cliente" de estos grupos de fraude.
Además, los grupos de estafa de la India también han comenzado a apuntar a los ciudadanos estadounidenses, lo que ha agravado aún más las pérdidas en Estados Unidos. Esta serie de hechos destaca la urgencia y la importancia de la cooperación internacional para combatir el fraude telefónico. La acción de Estados Unidos puede ser solo un comienzo, y en el futuro es posible que más países se unan para enfrentar este desafío global.
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GasFeeVictim
· hace3h
¿Es tan dura la estafa?
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ser_ngmi
· hace23h
Ten cuidado de no ser estafado y que te roben la moneda.
Recientemente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha llevado a cabo una gran operación contra el fraude telefónico, enfocándose directamente en la industria del fraude en el sudeste asiático. Esta medida ha generado una amplia atención, revelando la grave situación de las actividades de fraude transnacional.
El 8 de septiembre, el Departamento del Tesoro de EE. UU. anunció sanciones contra 16 empresas y 4 individuos sospechosos de fraude, la mayoría de los cuales están ubicados en Birmania y Camboya. Esta decisión se debe a las enormes pérdidas económicas que EE. UU. ha sufrido debido al fraude telefónico. Los datos oficiales muestran que en 2024, las pérdidas de EE. UU. en este aspecto ya han superado los 10,000 millones de dólares, un aumento del 66% en comparación con el año anterior. Lo que es aún más preocupante es que los estafadores parecen estar apuntando especialmente a la población anciana, con el objetivo de sus pensiones y ahorros para la jubilación.
Los modos de operación de estas empresas de fraude son sorprendentemente similares. Suelen utilizar trabajos bien remunerados como cebo para atraer a las personas al extranjero. Una vez que las víctimas caen en la trampa, se les confisca el pasaporte, se les limita la libertad personal y se les obliga a participar en diversas actividades de fraude en línea, como fraudes de inversión y estafas de criptomonedas. Algunas víctimas incluso sufren abusos violentos, y estas acciones constituyen un típico crimen organizado transnacional.
A pesar de que China realizó una gran ofensiva en la región de Birmania del Norte el año pasado, la industria de fraudes en el sudeste asiático no ha desaparecido. Por el contrario, estas actividades delictivas se han trasladado a lugares como Birmania del Este, Camboya y Filipinas, mostrando una tendencia de expansión. En áreas como Myawaddy en Birmania del Este, Phnom Penh en Camboya y Sihanoukville, ya se ha formado una cadena de producción gris completa que incluye fraudes, lavado de dinero y apuestas en línea. Lo que es aún más preocupante es que algunas fuerzas políticas y empresariales locales podrían estar actuando como un paraguas para estas actividades delictivas.
Estados Unidos ha descubierto a través de la monitorización por satélite que la escala de ciertos parques de fraude en Camboya está creciendo rápidamente, un fenómeno que resulta impactante. Se estima que los ingresos anuales de la industria del fraude en el sudeste asiático superan los 50 mil millones de dólares, de los cuales aproximadamente un tercio proviene de las pérdidas de las víctimas en Estados Unidos. Esto convierte a Estados Unidos en el "mayor cliente" de estos grupos de fraude.
Además, los grupos de estafa de la India también han comenzado a apuntar a los ciudadanos estadounidenses, lo que ha agravado aún más las pérdidas en Estados Unidos. Esta serie de hechos destaca la urgencia y la importancia de la cooperación internacional para combatir el fraude telefónico. La acción de Estados Unidos puede ser solo un comienzo, y en el futuro es posible que más países se unan para enfrentar este desafío global.