#PI# Bitcoin desde el momento de su nacimiento, ha estado lleno de controversias. No pienses que Bitcoin solo tiene historias de unos pocos enriquecidos, también está repleto de las lágrimas y la sangre de innumerables pequeños personajes. Aquí no se relatará la historia de cómo Bitcoin ha sido reprimido y luego resurgido innumerables veces, ni se hablará de las innumerables personas que, por diversas razones, se han perdido esta gran fiesta del siglo, un desgarrador lamento.

No importa cuán glorioso haya sido Bitcoin en el pasado, las innumerables historias de alegrías y tristezas que trajo al mundo, la fiesta desenfrenada del capital, eso ya es cosa del pasado.

Como dije antes, Bitcoin ha envejecido, el mercado de capitales necesita una nueva narrativa, necesita un nuevo pan de sangre humano, necesita nuevos mitos.

Una vez, antes de su misteriosa desaparición, Satoshi Nakamoto dijo: "He arruinado las cosas." @$ La única interpretación correcta de esta frase es que Satoshi Nakamoto realmente quería crear una "moneda del pueblo" para beneficiar a toda la humanidad, pero debido a que Bitcoin adoptó un método de acuñación erróneo —minería de potencia de cálculo— el capital llegó como hienas al olor de la sangre, desbordándose de manera frenética, de modo que las personas comunes que minaban con computadoras de uso doméstico fueron rápidamente excluidas del proceso de acuñación y se convirtieron en un festín de la locura del capital.

La moneda es para el uso del pueblo, y el pueblo debería tener el derecho a acuñar su propia moneda.

Pero durante mucho tiempo, el derecho de acuñación ha estado en manos del poder. Y los usuarios de la moneda—el pueblo—solo pueden, impotentes, dejar que la moneda fiduciaria que se devalúa constantemente consuma su riqueza día tras día.

Incluso ahora, con lo que se llaman "stablecoins", como flores adornadas y fuego alimentado, aún no escapan a mi conclusión de hace unos años de que "las stablecoins son inestables", y en cuanto a la depredación de la riqueza de la gente, no son diferentes de las monedas fiduciarias.

Bitcoin alguna vez dio a la gente una breve chispa de esperanza, pero, como una tenue llama en una larga noche, pronto se desvaneció. El mundo necesita "moneda del pueblo"...