En la vida, todas las cuestiones que una persona enfrenta en realidad se reducen a gestionar tres relaciones. Si gestionas bien estas tres relaciones, tu vida brillará. La primera relación es la que tienes contigo mismo. Si tienes una relación conflictiva, llena de contradicciones, autocrítica y sentimientos de inferioridad hacia ti mismo, entonces no podrás ver la belleza y el crecimiento del mundo. Si eres un descubridor de valores, verás que todo es hermoso y valioso. Pero si eres un descubridor de defectos, todo lo que verás será quejas, acusaciones, heridas y que los demás te deben algo. Por eso hay un dicho que dice que si no tienes BCD en tu corazón, no habrá luz en tu vida. Si no has resuelto bien tu relación contigo mismo, el mundo no te tratará con amabilidad. ¿Qué significa tener una buena relación contigo mismo? No se trata de ser obsesivo ni de vivir un estilo de vida ostentoso cada día, sino de ser capaz de ascender al cielo y descender a la tierra. Debes aceptar tanto a tu yo codicioso y hedonista como a tu yo disciplinado y enérgico. Esto es lo que se llama libertad y tranquilidad, que es lo que significa tener una buena relación contigo mismo.
El segundo párrafo trata sobre la relación entre las personas. Antes, siempre nos enseñaron a dar, ayudar, entender y acompañar; a dar un paso atrás para que el cielo sea amplio y a soportar un momento para que las aguas estén tranquilas. Pero aquí viene mi pregunta: muchas personas dicen que deberías hacerlo así toda tu vida, lo cual es problemático. Si realmente lo haces, te convertirás en un cobarde. Dar un paso atrás para que el cielo sea amplio y soportar un momento de tranquilidad es una forma de reservar tu energía para prepararte para el próximo ataque. Así que todos deben tener cuidado, los valores que mencionamos, como dar, entender, ofrecer, acompañar y apoyar, pueden ser tóxicos. Te cuento un valor diferente: la mejor y más saludable relación entre las personas es el concepto de intercambio de valor, es una relación de cooperación. Dar es bueno, pero debes dar a la relación correcta. La bondad también es una virtud, pero debes dársela a la persona correcta. Si tu bondad y tu entrega son para la persona equivocada, para la relación equivocada, lo siento, eso te perjudicará. Recuerda una cosa: elegir a la persona adecuada en la vida es un aprendizaje. No debes hablar solo de bondad o compasión. El mundo real, visto por Buda, es que muchas personas no pueden ser salvadas.
El tercero, es mi relación con el mundo. Muchas veces hablamos de mejorar, pero ¿sabes? La verdadera relación con el mundo es seguir una ley natural. ¿Qué es la ley natural? Es la moral del ser humano, es que lo extremo genera lo opuesto, y que después de lo extremo, viene lo positivo. En psicología, lo llamamos ciclo. Antes de que llegue un ciclo, todos tus esfuerzos pueden decirse que son la tumba de tus esfuerzos. No se trata de si trabajas duro o no, o de tu coeficiente intelectual. Hacer lo correcto en el ciclo, hacer lo correcto en las cosas, es la sabiduría de una persona.
Cuando manejamos bien estas tres relaciones a lo largo de nuestra vida, naturalmente nos dirigiremos hacia la luz, hacia la riqueza emocional, hacia la felicidad, hacia el futuro.