PI Network, establecido por un equipo de doctorados de Stanford en 2019, tuvo como objetivo popularizar la cadena de bloques ofreciendo un modelo de minería móvil, lo que facilita la participación de las personas. Con su protocolo de consenso Stellar y un suministro total de 100 mil millones de monedas PI, el proyecto atrajo a más de 60 millones de usuarios a través de un sistema basado en invitaciones. Sin embargo, después del lanzamiento de su token nativo PI en febrero de 2025, el precio del token experimentó una volatilidad significativa. Inicialmente, se disparó, luego se retractó y se recuperó, solo para experimentar un declive continuo. La caída de precios fue causada principalmente por expectativas del mercado no satisfechas, escenarios de aplicación limitados, competencia intensa, problemas técnicos y entornos regulatorios inciertos, lo que generó preocupaciones entre los inversores y una presión a la baja continua sobre el valor del token.