El carácter de mi padre es muy débil, no importa lo que haga, siempre duda y no puede tomar decisiones, a simple vista no es una persona que logre grandes cosas. Cuando discutí con mi hermana sobre cómo construir la pared, realmente no llegamos a ninguna conclusión después de una hora.

Yo también, en mi carácter, ni siquiera soy mejor que mi padre. Ellos tampoco se preocupan por mí ni me apoyan, y nunca he gastado un centavo de mi padre. Aunque hay una casa en el condado, no he vivido allí más que unos pocos días. Además, no he dejado muchas prendas allí. Mi ropa está en la aldea, y si algún día me llaman, recogeré mis cosas y me iré de inmediato. Soy el único hijo en mi familia, y a los ojos de los demás, tal vez lo que tenga mi padre en el futuro sea mío, pero solo sonrío y no digo nada; no tengo nada a mi nombre, ni coche ni casa, todo está vacío. Era mi hermana quien solía comprarme ropa, y esa bondad siempre la recordaré. Además, antes, cuando vagaba por la gran ciudad y no encontraba trabajo, fui acogido por un casero que me dio de comer y ropa para vestir; esa bondad tampoco la olvidaré. Xifan es una persona que sabe apreciar la gratitud, no es alguien que olvide la ayuda recibida.

El día que mi papá no esté en este mundo, no estoy seguro de que heredaré su patrimonio, ¡así que viviré un día a la vez!