En julio de 2025, la economía de EE. UU. se encuentra en un punto de inflexión clave. El informe mensual del presupuesto del Departamento del Tesoro muestra un inesperado superávit, los aranceles y la guerra comercial se intensifican significativamente, y el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, enfrenta rumores de renuncia. Los datos de la Bolsa de Opciones de Chicago (CBOT) revelan una fuerte expectativa del mercado sobre el aumento del rendimiento de los bonos del gobierno de EE. UU. Estos eventos esbozan un panorama económico complejo, que involucra una profunda lucha entre la política fiscal, las estrategias comerciales y la política monetaria. Este artículo analizará en profundidad estas dinámicas, combinando los últimos datos, y explorará su impacto potencial en la economía de EE. UU. y en los mercados globales.
I. Informe mensual del Ministerio de Hacienda: Detrás del superávit inesperado
En junio de 2025, un informe del Ministerio de Finanzas mostró que el gobierno logró un superávit presupuestario de 27 mil millones de dólares, con ingresos de 526 mil millones de dólares y gastos de 500 mil millones de dólares. Este resultado es alentador y contrasta marcadamente con el déficit de 70 mil millones de dólares de junio de 2024. Los ingresos aumentaron de 466 mil millones de dólares a 526 mil millones de dólares, un crecimiento de aproximadamente el 13%; los gastos disminuyeron de 537 mil millones de dólares a 500 mil millones de dólares, una caída de aproximadamente el 7%. Esta mejora se debe a un esfuerzo doble de aumento de impuestos y control del gasto.
1.1 Composición de ingresos: el impuesto sobre la renta personal domina, los ingresos aduaneros aumentan drásticamente
Impuesto sobre la renta personal: En junio, las personas pagaron 236 mil millones de dólares, acumulando 2 billones de dólares para el año fiscal 2025 (de octubre de 2024 a octubre de 2025), un aumento del 6% en comparación con el mismo período del año pasado de 1.89 billones. El impuesto sobre la renta personal representa la mayor parte de los ingresos del gobierno, reflejando que la carga fiscal recae principalmente sobre los individuos.
Impuesto sobre la renta de las empresas: En junio fue de solo 66 mil millones de dólares, acumulando 366 mil millones de dólares en el año fiscal 2025, lo que representa una disminución del 6.6% en comparación con los 39.2 mil millones de dólares del mismo período del año pasado. La disminución en la contribución de los impuestos empresariales contrasta con el aumento explosivo de las ganancias empresariales, destacando el desequilibrio en la política tributaria.
Ingresos arancelarios: Los ingresos arancelarios de junio fueron de 26,000 millones de dólares, acumulando 108,000 millones de dólares en el año fiscal 2025, un aumento interanual del 300%, saltando significativamente desde los 55,000 millones de dólares del mismo período del año fiscal 2024. El aumento de los ingresos arancelarios está estrechamente relacionado con los recientes ajustes en la política comercial.
1.2 Estructura de gastos: el desafío de los gastos obligatorios
El gasto del gobierno está dominado principalmente por proyectos obligatorios, que incluyen la seguridad social (aproximadamente 1.2 billones de dólares), Medicare y Medicaid (aproximadamente 1.4 billones de dólares) y los gastos netos de intereses (aproximadamente 750 mil millones de dólares). Estos proyectos representan la gran mayoría del gasto proyectado de 5.3 billones de dólares para el año fiscal 2025, y es políticamente difícil de recortar. Por ejemplo, el gasto en seguridad social ha crecido desde 1970 a un ritmo tres veces más rápido que el PIB, superando con creces el crecimiento de la economía en su conjunto.
Los gastos por intereses son otro gran punto de presión. Con el aumento de la deuda federal (se espera que alcance los 33 billones de dólares en el año fiscal 2025, representando aproximadamente el 120% del PIB), un entorno de altas tasas de interés ha elevado el costo de la deuda. Se espera que los gastos netos por intereses en el año fiscal 2025 representen el 14% del gasto total, acercándose a niveles históricos. La única forma de reducir los gastos por intereses es adoptar una estrategia de "liderazgo fiscal", que consiste en reducir la tasa de fondos federales a cero, implementar tasas de interés reales negativas y políticas de represión financiera, pero esto aumentará la inflación y los precios de los activos, lo que conlleva riesgos significativos.
1.3 Tendencia del déficit: mejora a corto plazo, preocupaciones a largo plazo
A pesar de que en junio se logró un superávit, el déficit acumulado del año fiscal 2025 ha alcanzado los 1.3 billones de dólares, y se espera que el déficit anual sea de 1.88 billones de dólares, lo que representa un deterioro con respecto a los 1.2 billones de dólares del año fiscal 2024. La proporción del déficit respecto al PIB ha aumentado del 4.8% en 2024 al 6.5% en 2025, muy por encima del 1% de 2007, alcanzando un nivel histórico alto en tiempos no crisis. Se prevé que el déficit del año fiscal 2026 se reduzca a 1.6 billones de dólares, lo que indica que podría estabilizarse, pero se necesita más información para confirmarlo.
A largo plazo, el crecimiento del déficit está impulsado por un aumento del gasto que supera con creces el aumento de los ingresos. Desde 1950, la proporción de ingresos fiscales en relación al PIB se ha mantenido estable entre el 15% y el 17%, mientras que la proporción del gasto gubernamental en relación al PIB ha aumentado del 15% a más del 25% para 2025. El crecimiento de la deuda es particularmente asombroso: desde 2007, la deuda federal ha crecido un 300%, mientras que el PIB y los ingresos fiscales solo han crecido un 100%. Cada nuevo dólar de deuda solo produce 33 centavos de retorno económico, lo que destaca la ineficiencia fiscal.
II. Aranceles y guerra comercial: nuevas variables en la economía global
En 2025, la política arancelaria se convirtió en el núcleo de la estrategia económica de EE. UU., con el objetivo de equilibrar el déficit comercial, aumentar los ingresos fiscales y proteger la industria nacional. Sin embargo, la rápida escalada de los aranceles provocó represalias globales y volatilidad en los mercados.
2.1 Últimas dinámicas arancelarias
Contra Canadá: Amenaza de imponer un arancel del 35% a los productos no contemplados en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá. Canadá retrasa la represalia, esperando llegar a un nuevo acuerdo comercial mediante negociaciones.
Sobre la UE y México: A partir del 1 de agosto, se impondrá un arancel del 30% a los productos de la UE y México, y la UE ha amenazado con represalias.
Impuesto sobre el cobre: Se aplica un impuesto del 50% sobre el cobre, lo que eleva el precio del cobre entre un 17% y un 18%, actualmente el aumento se estabiliza en un 11.8%. El cobre, como el "doctor del cobre" industrial, su fluctuación de precios refleja las expectativas económicas globales.
Sobre Brasil: Fortalecer la política arancelaria hacia Brasil, a pesar de que Estados Unidos tiene un superávit comercial con Brasil (superávit de aproximadamente 15 mil millones de dólares en 2024). Esta medida se considera que tiene motivaciones políticas y podría dañar las relaciones bilaterales.
2.2 Impacto económico de los aranceles
El aumento de los ingresos arancelarios ha proporcionado un nuevo impulso a las finanzas públicas. Se espera que los ingresos por aranceles alcancen los 300 mil millones de dólares en el año fiscal 2025, lo que equivale al total del impuesto sobre la renta personal de los grupos de bajos ingresos (el 75% inferior). El gobierno se ha comprometido a reducir o eliminar el impuesto sobre la renta para la mayoría de las personas a través de los ingresos arancelarios. En teoría, los aranceles se aplican principalmente al costo de importación, y no al precio de venta al público. Por ejemplo, un iPhone de 1000 dólares tiene un costo de importación de aproximadamente 500 dólares, y un arancel del 50% solo aumenta el costo en 250 dólares. Un ingreso promedio (como aquellos con un ingreso anual de 40 mil dólares) necesitaría consumir 60 mil dólares en bienes gravados con aranceles para que el pago de aranceles supere el impuesto sobre la renta, lo que indica que para la mayoría de las personas, la política arancelaria podría generar un beneficio neto.
Sin embargo, el efecto inflacionario de los aranceles no debe ser subestimado. Funcionarios de la Reserva Federal (como Goolsbee) advirtieron que el aumento de aranceles podría elevar los precios, y que se debe observar los datos de inflación de varios meses (como el PCE) antes de considerar una reducción de tasas. En junio de 2025, la tasa de inflación del PCE subyacente fue del 2.6%, ligeramente por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal, lo que aumenta el riesgo de que los aranceles eleven aún más la inflación importada.
2.3 Efecto en cadena de la reacción global
Los aranceles de represalia de países como la UE y Brasil podrían desencadenar una guerra comercial global, perturbando las cadenas de suministro. El aumento del precio del cobre ya ha afectado los costos de fabricación, y se espera que la demanda global de cobre crezca un 3.2% en 2025 (datos de la Organización Internacional del Cobre), mientras que los aranceles podrían agravar la tensión en la oferta. La guerra comercial también podría debilitar la competitividad de las exportaciones estadounidenses, con un total de exportaciones de bienes de EE. UU. de 2.5 billones de dólares en 2024, lo que representa el 10% del PIB, cualquier medida de represalia podría impactar a las industrias relacionadas.
Tres, la brecha entre las ganancias empresariales y los salarios: la injusticia de la política fiscal
Desde el fin del patrón oro en 1971, las ganancias empresariales han crecido un 5878%, mientras que el salario promedio por hora solo ha aumentado un 821%. La globalización ha llevado a la externalización de empleos bien remunerados, beneficiando a los países de bajo costo, y las ganancias empresariales han aumentado drásticamente, mientras que el crecimiento salarial de los trabajadores estadounidenses se ha quedado atrás. En 2025, el impuesto sobre sociedades disminuirá un 6.6%, mientras que el impuesto sobre la renta de las personas físicas aumentará un 6%, exacerbando la desigualdad de la carga fiscal.
Por ejemplo, en el año fiscal 2025, el impuesto sobre la renta personal representará el 78% de los ingresos, mientras que el impuesto sobre la renta corporativa solo representará el 14%. Esta discrepancia contrasta fuertemente con el explosivo crecimiento de las ganancias empresariales. El margen de ganancias promedio de las empresas del S&P 500 alcanzará el 12.5% en 2024, un máximo en 20 años, mientras que el crecimiento real de los salarios de los trabajadores estadounidenses (ajustado por la inflación) es solo del 1.2%. La política arancelaria, al aumentar los costos de importación, protege a la industria nacional y puede apoyar indirectamente el crecimiento salarial, pero el ajuste de la estructura fiscal es más urgente.
Cuatro, política monetaria y rumores de renuncia de Powell
4.1 El origen y el desarrollo de los rumores sobre la renuncia de Powell
Recientemente, el director del departamento de vivienda federal (presuntamente Py) publicó un tweet diciendo "escuché que Powell renunciará", pero no proporcionó una fuente confiable. Luego citó a los medios que informaron sobre su tweet como "prueba", creando una referencia circular. A pesar de la falta de pruebas concluyentes, este rumor se considera una presión sobre Powell, reflejando el desacuerdo en las políticas entre el gobierno y La Reserva Federal (FED). El gobierno tiende a favorecer la política monetaria expansiva para apoyar la expansión fiscal, mientras que La Reserva Federal (FED) enfatiza la lucha contra la inflación y mantiene una postura cautelosa.
4.2 El dilema de la política de La Reserva Federal (FED)
La Reserva Federal (FED) enfrenta una doble presión: el riesgo de inflación provocado por los aranceles y la alta deuda federal. En junio de 2025, la tasa de fondos federales se mantiene en 4.75-5%, y el mercado espera una probabilidad del 40% de recortes en las tasas de interés antes de finales de 2025 (herramienta CME FedWatch). Goolsbee señala que se necesita más datos de inflación para confirmar la tendencia, lo que muestra la actitud de espera de la Reserva Federal (FED).
4.3 Dinámicas del mercado de bonos del gobierno
Los datos de CBOT muestran que las expectativas del mercado sobre el aumento de los rendimientos de los bonos del gobierno se han fortalecido:
Futuros de bonos del gobierno a cinco años: Aumento de 39,785 posiciones cortas netas, total de 2.516 millones de posiciones cortas netas.
Futuros de bonos del gobierno a diez años: se incrementaron 56,000 contratos de posiciones cortas netas, totalizando 840,000 contratos de posiciones cortas netas.
Futuros de bonos del gobierno a dos años: la posición corta neta aumentó en 14,000 contratos, un aumento pequeño.
Estos datos indican que el mercado apuesta por una curva de rendimiento más empinada, con tasas de interés a largo plazo (especialmente a diez años) subiendo más rápido. Esto es consistente con la estrategia de "dominación fiscal" (como recortes de tasas de interés y emisión de deuda a corto plazo), que podría aumentar la inflación y los costos de deuda. En junio de 2025, el rendimiento de los bonos del gobierno a diez años alcanzará el 4.2%, un aumento de 0.5 puntos porcentuales en comparación con el mismo período de 2024.
Cinco, Perspectivas Futuras y Sugerencias de Políticas
5.1 La necesidad de la reforma fiscal
Para reducir la proporción del déficit al 2-3% del PIB a un nivel sostenible, es necesario abordar ambos extremos: ingresos y gastos.
Ingreso: Reformar la estructura fiscal, aumentar la proporción del impuesto sobre la renta de las empresas y aliviar la carga fiscal sobre los individuos. Por ejemplo, restaurar la tasa impositiva mínima para las empresas al 25% (actualmente es del 21%), lo que podría aumentar los ingresos en aproximadamente 200 mil millones de dólares.
Gastos: Optimizar la eficiencia del gasto obligatorio, como controlar el crecimiento de costos a través de reformas en el seguro médico. En 2024, el gasto en seguros médicos representará el 5.8% del PIB, y se espera que aumente al 7% en 2030.
5.2 Equilibrio de la política arancelaria
El aumento de los ingresos por aranceles proporciona un colchón para las finanzas, pero se debe evitar una dependencia excesiva. Sugerencias:
Establecer un mecanismo transparente de exención de aranceles para reducir el costo de los bienes de consumo para los grupos de bajos ingresos.
Negociar con socios comerciales, reducir aranceles represivos y mantener la estabilidad de la cadena de suministro global.
5.3 coordinación de la política monetaria
La Reserva Federal (FED) debe encontrar un equilibrio entre la lucha contra la inflación y el apoyo al crecimiento económico. Sugerencia:
Mantener una política impulsada por datos, evitando una reducción de tasas de interés prematura.
Coordinar con el Ministerio de Hacienda para definir la estrategia de gestión de la deuda y reducir la preocupación del mercado sobre el aumento de los rendimientos.
Seis, conclusión
La economía de Estados Unidos en 2025 se encuentra en una encrucijada. El superávit presupuestario de junio inyectó un rayo de optimismo en la situación fiscal, pero el alto déficit, la injusticia fiscal y los riesgos de guerra comercial siguen siendo un desafío. El avance de las políticas arancelarias brinda un nuevo impulso al crecimiento de ingresos, pero es necesario cumplir con la promesa de reducción de impuestos, al mismo tiempo que se debe estar alerta ante la inflación y la represalia global. La divergencia de políticas entre La Reserva Federal (FED) y el gobierno se agudiza, y las expectativas del mercado sobre el aumento de los rendimientos reflejan la incertidumbre. En el futuro, las reformas estructurales y la coordinación de políticas serán clave para enfrentar estos desafíos.
A través del monitoreo continuo de los datos fiscales, los efectos arancelarios y la dinámica de la política monetaria, Estados Unidos espera encontrar un equilibrio en un entorno complejo, manteniendo la estabilidad y el crecimiento económico.
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Las profundas divergencias y juegos entre la política fiscal de EE.UU. (aranceles, déficit) y la política monetaria.
En julio de 2025, la economía de EE. UU. se encuentra en un punto de inflexión clave. El informe mensual del presupuesto del Departamento del Tesoro muestra un inesperado superávit, los aranceles y la guerra comercial se intensifican significativamente, y el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, enfrenta rumores de renuncia. Los datos de la Bolsa de Opciones de Chicago (CBOT) revelan una fuerte expectativa del mercado sobre el aumento del rendimiento de los bonos del gobierno de EE. UU. Estos eventos esbozan un panorama económico complejo, que involucra una profunda lucha entre la política fiscal, las estrategias comerciales y la política monetaria. Este artículo analizará en profundidad estas dinámicas, combinando los últimos datos, y explorará su impacto potencial en la economía de EE. UU. y en los mercados globales.
I. Informe mensual del Ministerio de Hacienda: Detrás del superávit inesperado
En junio de 2025, un informe del Ministerio de Finanzas mostró que el gobierno logró un superávit presupuestario de 27 mil millones de dólares, con ingresos de 526 mil millones de dólares y gastos de 500 mil millones de dólares. Este resultado es alentador y contrasta marcadamente con el déficit de 70 mil millones de dólares de junio de 2024. Los ingresos aumentaron de 466 mil millones de dólares a 526 mil millones de dólares, un crecimiento de aproximadamente el 13%; los gastos disminuyeron de 537 mil millones de dólares a 500 mil millones de dólares, una caída de aproximadamente el 7%. Esta mejora se debe a un esfuerzo doble de aumento de impuestos y control del gasto.
1.1 Composición de ingresos: el impuesto sobre la renta personal domina, los ingresos aduaneros aumentan drásticamente
1.2 Estructura de gastos: el desafío de los gastos obligatorios
El gasto del gobierno está dominado principalmente por proyectos obligatorios, que incluyen la seguridad social (aproximadamente 1.2 billones de dólares), Medicare y Medicaid (aproximadamente 1.4 billones de dólares) y los gastos netos de intereses (aproximadamente 750 mil millones de dólares). Estos proyectos representan la gran mayoría del gasto proyectado de 5.3 billones de dólares para el año fiscal 2025, y es políticamente difícil de recortar. Por ejemplo, el gasto en seguridad social ha crecido desde 1970 a un ritmo tres veces más rápido que el PIB, superando con creces el crecimiento de la economía en su conjunto.
Los gastos por intereses son otro gran punto de presión. Con el aumento de la deuda federal (se espera que alcance los 33 billones de dólares en el año fiscal 2025, representando aproximadamente el 120% del PIB), un entorno de altas tasas de interés ha elevado el costo de la deuda. Se espera que los gastos netos por intereses en el año fiscal 2025 representen el 14% del gasto total, acercándose a niveles históricos. La única forma de reducir los gastos por intereses es adoptar una estrategia de "liderazgo fiscal", que consiste en reducir la tasa de fondos federales a cero, implementar tasas de interés reales negativas y políticas de represión financiera, pero esto aumentará la inflación y los precios de los activos, lo que conlleva riesgos significativos.
1.3 Tendencia del déficit: mejora a corto plazo, preocupaciones a largo plazo
A pesar de que en junio se logró un superávit, el déficit acumulado del año fiscal 2025 ha alcanzado los 1.3 billones de dólares, y se espera que el déficit anual sea de 1.88 billones de dólares, lo que representa un deterioro con respecto a los 1.2 billones de dólares del año fiscal 2024. La proporción del déficit respecto al PIB ha aumentado del 4.8% en 2024 al 6.5% en 2025, muy por encima del 1% de 2007, alcanzando un nivel histórico alto en tiempos no crisis. Se prevé que el déficit del año fiscal 2026 se reduzca a 1.6 billones de dólares, lo que indica que podría estabilizarse, pero se necesita más información para confirmarlo.
A largo plazo, el crecimiento del déficit está impulsado por un aumento del gasto que supera con creces el aumento de los ingresos. Desde 1950, la proporción de ingresos fiscales en relación al PIB se ha mantenido estable entre el 15% y el 17%, mientras que la proporción del gasto gubernamental en relación al PIB ha aumentado del 15% a más del 25% para 2025. El crecimiento de la deuda es particularmente asombroso: desde 2007, la deuda federal ha crecido un 300%, mientras que el PIB y los ingresos fiscales solo han crecido un 100%. Cada nuevo dólar de deuda solo produce 33 centavos de retorno económico, lo que destaca la ineficiencia fiscal.
II. Aranceles y guerra comercial: nuevas variables en la economía global
En 2025, la política arancelaria se convirtió en el núcleo de la estrategia económica de EE. UU., con el objetivo de equilibrar el déficit comercial, aumentar los ingresos fiscales y proteger la industria nacional. Sin embargo, la rápida escalada de los aranceles provocó represalias globales y volatilidad en los mercados.
2.1 Últimas dinámicas arancelarias
2.2 Impacto económico de los aranceles
El aumento de los ingresos arancelarios ha proporcionado un nuevo impulso a las finanzas públicas. Se espera que los ingresos por aranceles alcancen los 300 mil millones de dólares en el año fiscal 2025, lo que equivale al total del impuesto sobre la renta personal de los grupos de bajos ingresos (el 75% inferior). El gobierno se ha comprometido a reducir o eliminar el impuesto sobre la renta para la mayoría de las personas a través de los ingresos arancelarios. En teoría, los aranceles se aplican principalmente al costo de importación, y no al precio de venta al público. Por ejemplo, un iPhone de 1000 dólares tiene un costo de importación de aproximadamente 500 dólares, y un arancel del 50% solo aumenta el costo en 250 dólares. Un ingreso promedio (como aquellos con un ingreso anual de 40 mil dólares) necesitaría consumir 60 mil dólares en bienes gravados con aranceles para que el pago de aranceles supere el impuesto sobre la renta, lo que indica que para la mayoría de las personas, la política arancelaria podría generar un beneficio neto.
Sin embargo, el efecto inflacionario de los aranceles no debe ser subestimado. Funcionarios de la Reserva Federal (como Goolsbee) advirtieron que el aumento de aranceles podría elevar los precios, y que se debe observar los datos de inflación de varios meses (como el PCE) antes de considerar una reducción de tasas. En junio de 2025, la tasa de inflación del PCE subyacente fue del 2.6%, ligeramente por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal, lo que aumenta el riesgo de que los aranceles eleven aún más la inflación importada.
2.3 Efecto en cadena de la reacción global
Los aranceles de represalia de países como la UE y Brasil podrían desencadenar una guerra comercial global, perturbando las cadenas de suministro. El aumento del precio del cobre ya ha afectado los costos de fabricación, y se espera que la demanda global de cobre crezca un 3.2% en 2025 (datos de la Organización Internacional del Cobre), mientras que los aranceles podrían agravar la tensión en la oferta. La guerra comercial también podría debilitar la competitividad de las exportaciones estadounidenses, con un total de exportaciones de bienes de EE. UU. de 2.5 billones de dólares en 2024, lo que representa el 10% del PIB, cualquier medida de represalia podría impactar a las industrias relacionadas.
Tres, la brecha entre las ganancias empresariales y los salarios: la injusticia de la política fiscal
Desde el fin del patrón oro en 1971, las ganancias empresariales han crecido un 5878%, mientras que el salario promedio por hora solo ha aumentado un 821%. La globalización ha llevado a la externalización de empleos bien remunerados, beneficiando a los países de bajo costo, y las ganancias empresariales han aumentado drásticamente, mientras que el crecimiento salarial de los trabajadores estadounidenses se ha quedado atrás. En 2025, el impuesto sobre sociedades disminuirá un 6.6%, mientras que el impuesto sobre la renta de las personas físicas aumentará un 6%, exacerbando la desigualdad de la carga fiscal.
Por ejemplo, en el año fiscal 2025, el impuesto sobre la renta personal representará el 78% de los ingresos, mientras que el impuesto sobre la renta corporativa solo representará el 14%. Esta discrepancia contrasta fuertemente con el explosivo crecimiento de las ganancias empresariales. El margen de ganancias promedio de las empresas del S&P 500 alcanzará el 12.5% en 2024, un máximo en 20 años, mientras que el crecimiento real de los salarios de los trabajadores estadounidenses (ajustado por la inflación) es solo del 1.2%. La política arancelaria, al aumentar los costos de importación, protege a la industria nacional y puede apoyar indirectamente el crecimiento salarial, pero el ajuste de la estructura fiscal es más urgente.
Cuatro, política monetaria y rumores de renuncia de Powell
4.1 El origen y el desarrollo de los rumores sobre la renuncia de Powell
Recientemente, el director del departamento de vivienda federal (presuntamente Py) publicó un tweet diciendo "escuché que Powell renunciará", pero no proporcionó una fuente confiable. Luego citó a los medios que informaron sobre su tweet como "prueba", creando una referencia circular. A pesar de la falta de pruebas concluyentes, este rumor se considera una presión sobre Powell, reflejando el desacuerdo en las políticas entre el gobierno y La Reserva Federal (FED). El gobierno tiende a favorecer la política monetaria expansiva para apoyar la expansión fiscal, mientras que La Reserva Federal (FED) enfatiza la lucha contra la inflación y mantiene una postura cautelosa.
4.2 El dilema de la política de La Reserva Federal (FED)
La Reserva Federal (FED) enfrenta una doble presión: el riesgo de inflación provocado por los aranceles y la alta deuda federal. En junio de 2025, la tasa de fondos federales se mantiene en 4.75-5%, y el mercado espera una probabilidad del 40% de recortes en las tasas de interés antes de finales de 2025 (herramienta CME FedWatch). Goolsbee señala que se necesita más datos de inflación para confirmar la tendencia, lo que muestra la actitud de espera de la Reserva Federal (FED).
4.3 Dinámicas del mercado de bonos del gobierno
Los datos de CBOT muestran que las expectativas del mercado sobre el aumento de los rendimientos de los bonos del gobierno se han fortalecido:
Estos datos indican que el mercado apuesta por una curva de rendimiento más empinada, con tasas de interés a largo plazo (especialmente a diez años) subiendo más rápido. Esto es consistente con la estrategia de "dominación fiscal" (como recortes de tasas de interés y emisión de deuda a corto plazo), que podría aumentar la inflación y los costos de deuda. En junio de 2025, el rendimiento de los bonos del gobierno a diez años alcanzará el 4.2%, un aumento de 0.5 puntos porcentuales en comparación con el mismo período de 2024.
Cinco, Perspectivas Futuras y Sugerencias de Políticas
5.1 La necesidad de la reforma fiscal
Para reducir la proporción del déficit al 2-3% del PIB a un nivel sostenible, es necesario abordar ambos extremos: ingresos y gastos.
5.2 Equilibrio de la política arancelaria
El aumento de los ingresos por aranceles proporciona un colchón para las finanzas, pero se debe evitar una dependencia excesiva. Sugerencias:
5.3 coordinación de la política monetaria
La Reserva Federal (FED) debe encontrar un equilibrio entre la lucha contra la inflación y el apoyo al crecimiento económico. Sugerencia:
Seis, conclusión
La economía de Estados Unidos en 2025 se encuentra en una encrucijada. El superávit presupuestario de junio inyectó un rayo de optimismo en la situación fiscal, pero el alto déficit, la injusticia fiscal y los riesgos de guerra comercial siguen siendo un desafío. El avance de las políticas arancelarias brinda un nuevo impulso al crecimiento de ingresos, pero es necesario cumplir con la promesa de reducción de impuestos, al mismo tiempo que se debe estar alerta ante la inflación y la represalia global. La divergencia de políticas entre La Reserva Federal (FED) y el gobierno se agudiza, y las expectativas del mercado sobre el aumento de los rendimientos reflejan la incertidumbre. En el futuro, las reformas estructurales y la coordinación de políticas serán clave para enfrentar estos desafíos.
A través del monitoreo continuo de los datos fiscales, los efectos arancelarios y la dinámica de la política monetaria, Estados Unidos espera encontrar un equilibrio en un entorno complejo, manteniendo la estabilidad y el crecimiento económico.