
Layer 1 constituye la capa de infraestructura esencial en la tecnología blockchain, sirviendo de pilar para todo el ecosistema blockchain. Se encarga de procesar y validar transacciones, ejecutar mecanismos de consenso y garantizar la seguridad de la red. Como cadena principal o capa base de la blockchain, los protocolos Layer 1 como Bitcoin, Ethereum y Solana procesan directamente todas las operaciones en sus propias redes y aseguran la inmutabilidad y la protección de los datos mediante sus propias redes de nodos y mecanismos de consenso. El rendimiento, la seguridad y el nivel de descentralización de Layer 1 definen las características clave y las limitaciones de todo el ecosistema que se construye sobre ella.
El concepto de blockchains Layer 1 nació con la creación de la red de Bitcoin. Cuando Satoshi Nakamoto publicó el libro blanco de Bitcoin en 2008, diseñó el primer protocolo completo de capa base blockchain que permitía transferir valor entre iguales sin necesidad de una autoridad central.
Con la evolución de la tecnología blockchain, surgieron distintas soluciones Layer 1, cada una tratando de resolver el Blockchain Trilemma—el equilibrio entre seguridad, descentralización y escalabilidad—mediante enfoques diversos:
Cada solución Layer 1 representa un avance innovador para responder a distintas necesidades y desafíos en la evolución de la tecnología blockchain.
Los mecanismos operativos fundamentales de las blockchains Layer 1 incluyen varios componentes clave:
Mecanismos de consenso: Algoritmos que garantizan que los participantes de la red acuerdan la validez de las transacciones, como:
Estructura de datos: La mayoría de Layer 1 emplean una estructura de blockchain, agrupando transacciones en bloques enlazados, aunque algunos proyectos innovadores adoptan estructuras alternativas como los Gráficos acíclicos dirigidos (DAGs).
Protocolo de red: Establece cómo se comunican los nodos, cómo se propagan las transacciones y cómo se difunden los nuevos bloques.
Máquinas virtuales y entornos de ejecución: Los Layer 1 que soportan smart contracts requieren máquinas virtuales para ejecutar el código, como la EVM de Ethereum o la máquina virtual Sealevel en Solana.
Gestión de estado: Supervisa los saldos de cuentas, los estados de los contratos y otra información crítica de la red.
Primitivas criptográficas: Aportan garantías esenciales de seguridad mediante cifrado de clave pública, funciones hash, etc.
Todos estos elementos trabajan de forma conjunta para permitir que Layer 1 procese y verifique de manera autónoma y segura la validación, ejecución y almacenamiento de las transacciones.
Las blockchains Layer 1 afrontan numerosos retos y riesgos:
Desafíos técnicos:
Desafíos de gobernanza:
Riesgos de adopción y competencia:
Riesgos económicos:
Estos retos han impulsado el desarrollo de soluciones de escalado Layer 2 y de tecnologías de puentes cross-chain, que buscan solventar las limitaciones inherentes sin renunciar a la seguridad de Layer 1.
Con el avance continuo de la tecnología blockchain, los protocolos Layer 1 evolucionan constantemente mediante actualizaciones y diseños innovadores para hacer frente a estos desafíos, manteniendo al mismo tiempo su papel clave como cimiento de los ecosistemas blockchain. Además, surgen nuevos proyectos Layer 1 que exploran arquitecturas y mecanismos de consenso completamente distintos para buscar mejores equilibrios dentro del trilema.


