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En el sector de los activos digitales, los NFT (Non-Fungible Tokens, o tokens no fungibles) se han consolidado como uno de los temas más destacados en los últimos años. Básicamente, un NFT es un activo digital único: cada NFT es exclusivo e irrepetible, por lo que no puede intercambiarse de forma equivalente, a diferencia de los tokens fungibles como Bitcoin o Ethereum. Los NFT pueden representar obras de arte digitales, música, vídeo, activos de videojuegos o incluso bienes inmuebles virtuales. El valor fundamental de los NFT reside en su escasez y en la posibilidad de verificar la titularidad.
Los NFT se gestionan y negocian a través de la tecnología blockchain, lo que permite que la unicidad y la propiedad de cada NFT sean completamente verificables. Por ejemplo, en la blockchain de Ethereum, cada NFT cuenta con un identificador de token único y metadatos asociados. Todos estos datos son completamente transparentes y no pueden modificarse. Este sistema facilita que los artistas comercialicen y rentabilicen sus obras como NFT, mientras que los coleccionistas pueden confirmar de forma segura la propiedad de sus activos digitales.
Los NFT se utilizan en múltiples contextos:
Al 1 de septiembre de 2025, la capitalización global del mercado de NFT se sitúa en torno a 6 000 millones de dólares, con un volumen de operaciones de 24 horas cercano a 5,9 millones de dólares. Colecciones tan populares como Pudgy Penguins y Mutant Ape Yacht Club mantienen una intensa actividad. Los inversores pueden adquirir NFT en plataformas de referencia como OpenSea y Rarible, y proteger sus activos en billeteras digitales como MetaMask.
Como segmento central de los activos digitales, los NFT están redefiniendo el valor en el arte, los videojuegos y los coleccionables digitales. Comprender qué es un NFT es el primer paso para introducirte en el mundo de la blockchain y resulta imprescindible para anticipar y aprovechar las tendencias del futuro de la economía digital.