A comienzos de septiembre de 2025, el precio del oro ha superado por primera vez los 3 600 dólares por onza, marcando repetidos máximos alcanzados durante la jornada en torno a los 3 646 dólares. Este repunte está impulsado por los débiles datos de empleo, el renovado optimismo sobre bajadas de tipos de interés y la debilidad del dólar estadounidense.
Durante el primer semestre de 2025, los ETF de oro han registrado entradas netas destacadas, y la demanda mundial de oro en el segundo trimestre ha alcanzado máximos históricos interanuales. Los bancos centrales han mantenido compras netas anuales superiores a 1 000 toneladas durante tres años consecutivos, un motor esencial que eleva la media de precios. El aumento del consumo físico y la acumulación de reservas de oro en mercados asiáticos han reforzado aún más esta dinámica.
Las perspectivas de crecimiento e inflación a medio y largo plazo determinan el rumbo de los tipos de interés reales. Si el crecimiento futuro potencial se ralentiza y la inflación se mantiene moderada, los tipos reales tendrán dificultades para repuntar. Esto favorecerá el precio del oro. En caso de que vuelva a surgir inflación o se ponga en duda la credibilidad de la política monetaria, el papel del oro como activo refugio se verá reforzado.
Poner en marcha nuevas capacidades mineras requiere tiempo, y la inversión sigue siendo limitada, por lo que la oferta siempre va detrás de la subida de precios. Aunque el oro reciclado responde a la evolución de precios, no puede modificar el equilibrio estructural de oferta y demanda a largo plazo. Si los estándares ESG se endurecen y la ley del mineral baja, los costes de extracción aumentarán tras 2030. Las restricciones de oferta serán aún más acusadas.
Para asignaciones centrales, asegúrate de que el oro físico o los ETF de oro representen del 5 % al 15 % de la cartera. Para exposición táctica, utiliza opciones para aumentar la flexibilidad durante publicaciones económicas clave o situaciones de inestabilidad geopolítica. Si tienes un perfil más sofisticado, puedes buscar rentabilidad adicional invirtiendo en acciones mineras de bajo coste y con enfoque en el crecimiento.
Si los tipos de interés reales suben inesperadamente, el dólar estadounidense se fortalece o la demanda de los bancos centrales se debilita, el oro podría sufrir una corrección brusca. Utiliza órdenes de stop dinámico para asegurar parte de las ganancias y reduce posiciones apalancadas antes de eventos importantes.